En 1935 Luis Enrique el plebeyo fue
inscrito en la Biblioteca Nacional a nombre de Pinglo y Montalva. La viuda de Pinglo declaró al respecto:
Conozco perfectamente la paladina declaración que Montalva hizo a mi abogado en su primera visita, que duró más de dos horas, en el sentido de que Felipe le pidió SOLAMENTE la escritura de la partitura para piano, limitándose él a distribuir las notas musicales en el pentagrama. Mi abogado que conoce bien esta verdad, le aclaró a Montalva que a pesar de tal convicción le asistía indiscutible derecho a las perspectivas económicas por la edición del vals, toda vez que mi marido había inscrito aquella producción a nombre de los dos, es decir Pinglo y Montalva, tal como aparecía en la constancia de depósito en la Biblioteca Nacional en el año de 1935, que el profesional le mostró en ese mismo momento. (“La Crónica” 7 de junio de 1952).
Lamentablemente
la constancia del depósito es inubicable hasta el momento. Ni en la Biblioteca
Nacional del Perú ni en INDECOPI dan razón de ella….
Los
doscientos ejemplares de la partitura de Luis
Enrique el plebeyo que fueron impresos en “La Rosa Hnos.” pronto
desaparecieron de circulación. No he podido determinar en qué año la casa
editorial “Maldonado” publicó una partitura de ese vals con el título de El plebeyo en arreglo de Carlos J. Moya,
de la que se hicieron varias ediciones. Lo cierto es que en la década de 1950
la casa “Maldonado” aparecía como concesionaria de
los derechos del popular vals y el editor musical y empresario Carlos Maldonado
alegaba poseer un documento firmado por el mismo Felipe Pinglo (Ver Anexo N°1).
— El vals Mi Marta de Vicente
Spina
1935
fue el año en que comenzó el auge de la radiotelefonía en el Perú. La radio,
que en el Perú se inició en 1925, comenzó a tomar nuevos bríos. La Peruvian
Broadcasting reactivó su emisora denominada OAX 4A, la que, al igual que radio DUSA OAX 4C, comenzó a contratar
conjuntos musicales, orquestas y cantantes y a ofrecer transmisiones en vivo.
Lo mismo hizo la recién inaugurada Radio Weston OAX 4E. Por su parte Radio OAX
4F de la Casa Castellano a propalaba en
sus emisiones la música de los discos Victor de la que era representante.
A pesar de que la música argentina, el fox trot y el one step dominaban el
ambiente musical limeño, las radios comenzaron a contratar músicos nacionales. El 11
de abril de ese año en la tercera parte de la programación de Radio DUSA, de 7
a 8 de la noche, el dúo Santillán – Carreño —integrado por el guitarrista
argentino Ángel Santillán y por el cantante y guitarrista trujillano Alcides
Carreño— interpretó como parte de su programa de diez canciones, dos valses
argentinos: El Aeroplano de Pedro Datta y Mi Marta de Vicente Spina. Ambos valses habían sido grabados por la
Victor Talking Machine. Mi Marta de
Vicente Spina es un vals instrumental cuyo tema central es similar a los
primeros compases de El Plebeyo. Pienso
que debería haber llamado la atención el hecho que Carreño —quien supuestamente
estrenó El Plebeyo en 1930— haya sido
uno de los intérpretes de Mi Marta. No ocurrió así.
Unos días
después, el 20 de ese mes, en Radio
Weston, a las 11 de la noche se inició el “programa PACOCHA” en el que la
cantante Mery Ames interpretó tres canciones siendo la primera el vals El Plebeyo. Por su parte Mi Marta volvió a ser interpretado el 18
de mayo por los “Trovadores criollos” que actuaban en Radio OAX4F de la Casa Castellano y, al día siguiente, 19
de mayo, el “Trío de cuerdas” de radio DUSA interpretó El Plebeyo.
Como puede
verse, ambos valses —Mi Marta y El plebeyo— convivieron en la
programación de las radios sin aparente conflicto. Mi Marta quedó en el olvido, pero algunos discos con esa grabación
fueron celosamente guardados por algunos coleccionistas.
En 1945
Juan Rasilla Moreno (que usaba el seudónimo de JURAMO) escribió un extenso
artículo sobre Felipe Pinglo en “La Crónica”. Rasilla entre otras cosas se
quejó que la obra Pinglo era plagiada:
No solamente en el Perú sino también en tierras extranjeras han plagiado la música de Pinglo. En Buenos Aires en el año 1936, apareció un vals titulado "Mi Marta", del que toda su primera parte es igual al vals que hiciera inmortal a Pinglo: "El Plebeyo" que fue compuesto el 16 de mayo de 1934. (“La Crónica” 31.05.1945, p. 13).
JURAMO no sabía que Mi Marta había sido
grabada en junio de 1932 en Buenos Aires por Vicente Spina y su conjunto según
consta en los registros de la VIctor Talking Machine Co..
Algunos años más tarde fue Collantes en su libro Pinglo inmortal quien escribió lo siguiente:
Sobre el discutido vals: Luis Enrique “El plebeyo” cuyos compases musicales se asemejan algo al antiguo vals argentino titulado “Mi Marta”, fue concluido por el “Maestro” al finalizar el año 30 y aparece publicado por primera vez, en el Nº 283 de “Lira Limeña”[13] (Collantes 1977: s/n).
Manuel
Acosta Ojeda opinó al menos en dos oportunidades sobre Mi Marta y El Plebeyo,
al parecer alguna vez tuvo en sus manos la partitura de Luis Enrique el plebeyo y recordaba una melodía con algunas notas
distintas. Esto lo veremos más adelante.
El
asunto es que las referencias a Mi Marta
y a la melodía de la partitura de Luis
Enrique el plebeyo se hacían sin sustentarse en pruebas documentales. Como
dije, en mayo del 2016 apareció un ejemplar de la partitura y en el mes
de octubre de 2018 el disco con Mi Marta.
Relato brevemente como sucedió esto: Carlos Cerquin Hidalgo, cantante e
investigador había hecho una relación de discos antiguos ("discos de carbón" o "78") existentes en la Biblioteca
Nacional del Perú en el 2016, pero no podía escucharlos por no contar esa
institución con los equipos necesarios. Enterado de que el médico y bandurrista
Dante Guzmán poseía un tornamesa apropiado, nos convocó a él y a mí para —con el tornamesa de
Guzmán— escuchar los discos. Así ubicamos y escuchamos el disco Victor 37236
que en el lado B tiene grabado Mi Marta,
vals instrumental de Vicente Spina.
Ahora es posible hacer una comparación entre la música de la partitura de Luis Enrique el plebeyo y la música del
disco Mi Marta, lo que haré en la
segunda parte de este artículo.
|
Fig. N° 15. Mi Marta Vicente Spina y su Conjunto Disco Victor 37236-B. BNP |
—Los rollos con El plebeyo: El
eslabón perdido
En 1935, El plebeyo fue impreso en rollos para
pianola por la firma “Pleyatone”. Alfredo Buckley gerente de la “Buckley, Santa Gadea & Co.” que tenía su sede en la calle Zárate 422 y era representante de la firma “Pleyatone”
declaró a “La Crónica” en junio de 1952 (Anexo N° 4) que firmó contrato el 22 de junio de ese año con
Montalva. Según ese contrato se hicieron 300 rollos. Isidoro Purizaga, pianista
que trabajaba para Buckley “arregló en parte la música de “El Plebeyo”. En “El
Comercio” del 28 de junio de ese año he ubicado los anuncios de los rollos de El Plebeyo. En los anuncios no figuran
los nombres de los autores.
|
Fig. N° 16. Anuncio de rollos “Pleyatone” “El Comercio” 28 junio de 1935. |
En octubre
de 1935, según declaraciones de Buckley, Pinglo acusó de plagio a Montalva:
“A los cuatro meses de la edición de "El Plebeyo" se presentó a mi oficina Felipe Pinglo, y me dijo que aquel vals era suyo, y que Montalva se había plagiado su música. No hubo acaloramiento de ninguna clase, Pinglo serenamente me expuso su caso, Pinglo vestía un terno plomo, era delgado y su rostro estaba muy pálido. Es por esto que ante tal enredo opté por no pagar a ninguno.
— ¿Apareció nuevamente Pinglo a su oficina?
— Ni Pinglo ni Montalva volvieron a poner los pies en ella. Y no supe más de ellos” (En: “La Crónica” 7.06.1952)
Los rollos
para pianola con la música de El Plebeyo son
el “eslabón pedido”, hasta ahora no han sido ubicados y no nos permiten
dilucidar cuán diferente de la partitura es el rollo con el arreglo de Isidoro
Purizaga. ¿Purizaga descartó el inicio
de la melodía tal como está escrita en la partitura y la cambió por la de Mi
Marta? No lo sabemos. Lo único que se puede afirmar es que ya en 1938 El
Plebeyo se cantaba con un diseño melódico igual al de Mi
Marta. Jesús Vásquez lo interpretó así en la película El gallo de mi galpón estrenada ese año en Lima. Una pregunta que queda sin respuesta es ¿Por
qué ni Montalva ni Pinglo fueron a cobrar sus regalías por las ventas de los
rollos?
Otra
posibilidad es que el cambio de melodía pueda haberse hecho a partir de la
publicación de El plebeyo por la
editorial Maldonado. El problema es que no se puede determinar la fecha en que
se publicó esa partitura. Lo más probable es que fue después de la muerte de Pinglo pero
¿Antes o después de El gallo de mi galpón?.
2.- ANÁLISIS DE LOS PRIMEROS OCHO COMPASES DE LA PARTITURA DE
LUIS ENRIQUE EL PLEBEYO Y SU SEMEJANZA CON LA MÚSICA DEL VALS MI MARTA.
— Los antecedentes de estudio
Existen algunos antecedentes de análisis de la música
del vals El plebeyo. Quizás el más
antiguo es el de Virginia Yep, quien a fines de 1992 presentó «Der valse in
Lima, Peru» («El valse en Lima, Perú») como tesis para obtener la Maestría en
la Facultad de Musicología Comparada de la Freie Universitát Berlin. El trabajo
de investigación consistió en formar una muestra de 113 valses extraídos de
grabaciones radiales directas y comerciales. Estos valses fueron analizados de
acuerdo a su estructura musical, al curso melódico, a las influencias que
presentan de otros géneros, a la armonía, etc. (Yep 1998:11-12) Un capítulo
está dedicado a El Plebeyo:
(…) El Plebeyo muestra las características comunes del valse: parte en modo menor y parte en modo mayor, anacrusas, melodías ascendentes, secuencias melódicas, fórmulas arpegiadas, frases melódicas de ocho compases, etc.
En cuanto a su estructura musical, se pueden considerar las siguientes partes:
- Una primera parte A en modo menor, que consta de 16 compases,
- Una parte A1, en menor, cuyos cuatro primeros compases son idénticos con los cuatro primeros compases de A.
- Un puente, que une la parte menor con la de modo mayor y que consta de cuatro a seis compases, según la duración de los sonidos largos, los cuales pueden durar un compás entero y ser alargados ad libitum.
- Una parte B, en mayor, que consta de 16 compases.
- Una parte C, en menor/mayor, que consta de 16 compases, y que concluye con una cadencia de 4 compases.
(…) Se cumple la siguiente fórmula estructural:
Introducción A A1 Puente B C Interludio A A1 Puente B C
(Yep 1998:33)
Es necesario señalar que las partes A y A1 corresponden a la primera estrofa —ocho
versos—, tal como aparece en la partitura de Luis Enrique el plebeyo, en la hoja mecanografiada dedicada a
Ricardo Rivera y en los ejemplares de “El Cancionero de Lima” mostrados líneas
antes.
1
2
3
4
5
6
7
8
|
El
amor siendo humano tiene algo de divino
amar no es un delito porque hasta Dios amó
y si el cariño es puro y el deseo es sincero
porque robarme quieren la fe del corazón.
mi
sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
el alma en que se anida mi incomparable amor
ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
ni es distinta la sangre ni es otro el corazón
|
Sigue el puente:
Puente
|
Trémulo de emoción dice
así en su canción
|
Musicalmente, el puente, como aparece en la partitura de Luis Enrique el plebeyo, (así como en las
versiones grabadas, en la partitura de la casa Maldonado y otras partituras), está construido sobre una progresión
de acordes típica del fandango (Yep 1998) que es la llamada “cadencia
andaluza”, progresión que está presente en otra obra de Pinglo (Agradezco a Rodrigo Sarmiento quien me hizo notar que en el vals Melodías del corazón también se encuentra esa progresión), y que ha sido utilizada por diferentes compositores, siendo quizás el vals Alma, corazón y vida el ejemplo clásico.
En la copia de la hoja que compartió Raúl Álvarez están escritos acordes de los
que se podría deducir otra progresión armónica (Sarmiento 2017).
Tengo que señalar que en ninguna otra hoja manuscrita o mecanografiada
con sus canciones Felipe Pinglo escribió los acordes. La calidad de la imagen
dificulta el análisis pero los acordes parecen escritos con una tinta diferente
a la de la firma de Felipe Pinglo y probablemente fueron añadidos por otra persona.
Luego
viene la segunda estrofa que Yep designa como partes B y C:
1
2
3
4
5
6
7
8
|
El
amor siendo humano tiene algo de divino
amar no es un delito porque hasta Dios amó
y si el cariño es puro y el deseo es sincero
porque robarme quieren la fe del corazón.
mi
sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
el alma en que se anida mi incomparable amor
ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
ni es distinta la sangre ni es otro el corazón
|
Esta segunda estrofa termina con una cadencia que
dura cuatro compases:
|
Señor
porque los seres no son de igual valor
|
Después
del interludio instrumental, viene la tercera estrofa que se canta con la misma
música que A - A1:
Así en duelo mortal abolengo y pasión,
en silenciosa lucha condenarnos suelen a grande dolor
al ver que un querer porque plebeyo es
delinque si pretende la enguantada mano de noble mujer.
el corazón que ve destruido su ideal
reacciona y se refleja franca rebeldía que cambia su humilde faz
y el plebeyo de ayer es el rebelde hoy
que por doquier pregona igualdad en el amor.
Y se termina repitiendo B
y C y la coda (“El amor siendo humano…”).
El análisis de la melodía Yep lo hace a partir de una
versión de la que no da referencias y que es distinta a la versión de Luis Enrique el plebeyo. Esto lo veremos
más adelante.
Otro trabajo
es el que, Renato Neyra, de musicólogo egresado del entonces Conservatorio
Nacional de Música, publicó en abril de 2006 en Arariwa N°6 Vocero de la Dirección de Investigación de la ENSF José
María Arguedas con el título de “El plebeyo en la discografía nacional. Un
análisis entre tres propuestas”. En ese artículo Neyra hace notar las
variaciones rítmicas y melódicas de una frase musical de El Plebeyo en las versiones grabadas en discos por Jesús Vásquez,
“Los Morochucos” y “Los Embajadores criollos”.
|
Fig. N° 17. Análisis de tres versiones (Neyra 2006). |
Esas pequeñas variaciones rítmicas e incluso
melódicas son el sello personal de cada intérprete y no deben ser consideradas como
atentatorias a una “versión original” o “versión correcta”. Esas variaciones
son más bien una característica de la transmisión oral.
Un análisis más detallado fue realizado en 1999 por
Chalena Vásquez en: “El Plebeyo vals de Felipe Pinglo. Aproximación analítica”
(Vásquez 1999). El análisis es fundamentalmente melódico. No se indica cual es
la versión que es analizada. En todo caso no es Luis Enrique el plebeyo. La
primera parte la veremos más adelante y
por el momento sólo nos limitaremos a decir que en los últimos compases de la
versión trascrita están las sincopas características del vals peruano, ausentes
en la partitura de Luis Enrique el
plebeyo.
|
Fig. N° 18. El Plebeyo – últimos compases – Transcripción Chalena Vásquez. |
|
Fig. N° 19. Partitura de Luis Enrique el plebeyo. – últimos compases |
Rodrigo Sarmiento recientemente ha escrito “Los tres
plebeyos. Tras la primera melodía del famoso vals de Felipe Pinglo”, artículo
publicado en agosto del 2018 en Antec,
revista de la Universidad Nacional de Música. El objetivo de Sarmiento es
“encontrar la primera melodía de El
Plebeyo”. Para esto analiza “tres
plebeyos”: el de la partitura de Luis
Enrique el plebeyo, la versión de Jesús Vásquez
(de la hace una transcripción en la
menor) y una tercera versión que él mismo ha realizado tratando de resolver
los aspectos conflictivos de las dos anteriores con su propia idea del estilo
de Pinglo.
— Análisis de los primeros ocho compases de la partitura de
Luis Enrique el plebeyo y Mi Marta
Los
primeros ocho compases del vals Luis Enrique el plebeyo se pueden
segmentar en dos partes de cuatro compases cada una. Los primeros cuatro
compases tienen una figuración rítmica similar: cinco corcheas y una blanca con
punto. Las seis primeras notas forman un arpegio de la menor con la nota si intercalada
entre las dos últimas notas del arpegio. Estas corresponden al verso: “La noche
cubre ya con su negro crespón”.
Los siguientes cuatro compases sólo tienen la nota larga al final y
corresponden a: “de la ciudad las calles que cruzan las gentes con pausada
acción”. La tonalidad es la menor.
|
Fig. N° 19. Partitura de Luis Enrique el plebeyo - compases 1 al 8.
|
Debo
destacar que la escritura de esta partitura es más pianística que vocal. Esto
se pone en evidencia en el tercer compás en el que la melodía está escrita a dos voces y tiene
un adorno propio de los valses para piano,
pero también en los siguientes 8 compases donde hay todo un pasaje en
octavas (compases 13 al 15). Pareciera además que el acompañamiento de la
melodía en los compases 6 y 7 está
incompleto. En ninguna de las otras partituras ocurre esto.
|
Fig. N° 20. Partitura de Luis Enrique el plebeyo - compases 9 al 16. |
Quizás es necesario señalar también que las
partituras para piano de música popular peruana no tienen carácter
prescriptivo: nadie las tocaría o cantaría exactamente como como están
escritas. Al igual que las letras, el “peso” del aprendizaje de la música no
está en lo escrito sino en lo oral, dando lugar a versiones que tienen pequeñas
variaciones entre sí pero que son entendidas por los músicos y las audiencias
como una misma entidad.
Para observar mejor la línea melódica, voy a
trasponer todas las partituras a re menor.
Luis Enrique el plebeyo queda así:
|
Fig. N° 21. Luis Enrique el plebeyo - Partitura. |
Ahora voy a referirme ahora al vals Mi Marta que es un “vals criollo”
que está ejecutado en una tonalidad que podría ser re menor. En la grabación se escucha casi un semitono más alto,
tonalidad difícil de ejecutar, por lo que considero que la tonalidad debe ser re menor o, con una guitarra afinada un
semitono más bajo, sería mi menor. Mi Marta se inicia con una introducción
cuya melodía es un descenso cromático en un tempo
lento seguida de un encadenamiento acordes
que llevan a la Dominante (grado V de la tonalidad) y recién después de
eso comienza el vals propiamente. Este consta de dos partes. En la primera
parte —en re menor— están los compases que tienen “la misma melodía” que El Plebeyo. La segunda parte comienza en
la tonalidad relativa de Fa mayor y, después un encadenamiento modulante de acordes, regresa a re menor.
No he
podido localizar una partitura de ese vals y muestro la transcripción que he
realizado de Mi Marta
(los ocho compases que siguen a la introducción):
|
Fig. N° 22. Mi Marta – Vicente Spina y su conjunto – Disco Victor - 1932. |
Se observa claramente que las seis primeras notas
(“antecedente” o “pregunta”) no son las mismas que en la partitura de Luis Enrique el plebeyo. A pesar que
ambos fragmentos melódicos tienen una dirección ascendente y terminan en la
misma nota larga (FA), el diseño melódico no es el mismo. Mi Marta comienza con un salto melódico de cuarta (La - Re) al que sigue un movimiento ascendente en zig-zag hasta llegar a la nota Fa. Ese mismo diseño melódico lo usó Pinglo en El Huerto de mi amada (pero en tonalidad Mayor) y años mas tarde Eduardo Marquez Talledo en Nube Gris.
Las seis notas
siguientes (“consecuente” o “respuesta”) si son exactamente iguales. En el
primer compás de Mi Marta hay una
pequeña variación rítmica: hay un tresillo de corcheas que hace que el Fa del
segundo compás comience antes. Esto puede atribuirse a la interpretación guitarrística.
Las diez primeras notas de los compases 5 y 6 (fase ascendente) tienen el mismo diseño
melódico pero desfasado en un intervalo de tercera, con la salvedad de un
cromatismo en Mi Marta. Los compases
7 y 8, la fase descendente, difieren ya que si bien las dos versiones tienen
como nota más alta un mi, el descenso
en Mi Marta es más abrupto ya que
llega hasta un mi grave y en Luis Enrique
el plebeyo el descenso se detiene
en do sostenido, tercera inferior de mi.
Algunos
músicos criollos recuerdan haber oído tocar Mi
Marta a los guitarristas César Calderón y Jorge Heison (comunicación
personal de Carlos Cerquín Hidalgo) y también a Adolfo Zelada (Manuel Acosta en Martínez, 2008). Estos guitarristas probablemente no lo
aprendieron de una partitura sino más bien de la grabación hecha en el disco
Victor que fue grabado en junio de 1932 en Buenos Aires. Debo señalar que Mi Marta pudo haber sido compuesto
algunos meses o quizás años antes de la grabación. Por el momento no he podido
determinar ni el año en que fue compuesta ni cuándo llegó el disco al Perú. Sin
poder determinar las fechas exactas de composición de Luis Enrique el plebeyo y Mi
Marta, nos quedamos con un dilema como
el de si fue primero el huevo o la gallina.
- Otros plebeyos
Jesús
Vásquez interpretó El Plebeyo en la
película peruana El gallo de mi galpón,
película estrenada en Lima el jueves 16 de junio de 1938. Ella canto ese
vals en tonalidad de sol menor.
|
Fig. N° 23. El Gallo de mi galpón El Plebeyo - final.
(Imagen captada de ARCHI - https://www.youtube.com/watch?v=vNFYx3tCQ6c)
|
Para
facilitar el análisis, como he indicado, trascribo la partitura a re menor:
|
Fig. N° 24. El plebeyo - Jesús Vásquez - 1938 |
Como
he señalado, las seis primeras notas de Luis
Enrique el plebeyo son difíciles de cantar y representan un intervalo
grande: una décima. La versión de Jesús Vásquez es similar a Mi Marta y es la que ha perdurado.
Debemos resaltar que la frase “con un
negro crespón”, a diferencia de Luis
Enrique el plebeyo y de Mi Marta, en
la versión de Jesús Vásquez comienza
en el segundo compás (la nota mi,
negra) y tiene una figuración rítmica diferente a Luis Enrique el plebeyo. Jesús Vásquez con los años volvió su
estilo interpretativo más sincopado, según puede escucharse en las grabaciones
posteriores que hizo de este vals y en las interpretaciones en vivo que pueden
verse en Youtube. Quizás la notación que exprese mejor ese pasaje, como lo ha
hecho Sarmiento (2018), sea:
|
Fig. N° 25. Variación rítmica Jesús Vásquez. |
También he señalado que a fines de 1934 el vals pasa
a llamarse simplemente El Plebeyo y
que los rollos para pianola —con la
música arreglada en parte por Purizaga— se comercializaron a mediados de 1935.
Cabe entonces hacer la siguiente pregunta: ¿Jesús Vásquez cantó la versión del
rollo? Guardo la esperanza de que al encontrarse un rollo se pueda encontrar
las respuestas.
Otra
versión de El Plebeyo es la de la
editorial Maldonado, cuya partitura, en do
menor, en sus cuatro primeros compases es melódicamente igual a la versión de Jesús Vázquez y rítmicamente
similar a Luis Enrique el plebeyo y Mi
Marta. Los siguientes cuatro compases son parecidos pero no iguales. La
partitura no tiene fecha de publicación entonces no se puede dilucidar si fue
publicada antes o después de El gallo de mi galpón. Lo que sí se puede afirmar es que es la
partitura más difundida y de la que se hicieron varias ediciones. En la versión que tengo en mi
colección está indicado el nombre del arreglista: Carlos J. Moya.
Las notas de los primeros compases del arreglo de
Carlos J. Moya son las siguientes:
|
Fig. N° 26. El Plebeyo - Editorial Maldonado - Año ¿? |
Los dos primeros compases son iguales a Mi Marta y a la versión cantada por
Jesús Vásquez en 1938. Los siguientes compases presentan pequeñas variaciones
pero el mismo diseño melódico.
Otra versión es la que corresponde a la primera
grabación discográfica de El Plebeyo.
Ésta fue hecha por Los Trovadores del
Perú, en Buenos Aires en junio de 1943 para el sello Odeón. La versión de
este trío es muy parecida a la cantada por Jesús Vásquez:
|
Fig. N° 27. El Plebeyo. Los Trovadores del Perú - 1943 |
La siguiente versión es la que Nicomedes Santa Cruz,
que era también herrero, hizo para la reja del mausoleo de Felipe Pinglo en
1958. La reja es un pentagrama donde está notada la primera parte de la
melodía, aunque las seis primeras notas no son iguales a las de Luis Enrique el plebeyo, contienen el arpegio de re menor con un mi
intercalado entre las dos primeras notas. Es evidente la alusión a la
partitura:
|
Fig. N° 28. Nicomedes Santa Cruz Mausoleo Pinglo. Foto “La Crónica” 19.08.1958. |
En El Valse peruano, Virginia Yep hace una
transcripción de la melodía. Como he mencionado anteriormente Virginia Yep no
indica la fuente utilizada. Los cuatro primeros compases son iguales a la partitura de la casa Maldonado. La segunda
parte es muy parecida a la versión de Jesús Vásquez:
|
Fig. N° 29. El Plebeyo – Transcripción de Virginia Yep - 1998. |
La
transcripción realizada por Chalena Vásquez en 1999 no indica la fuente. Está
en la menor. Los primeros cuatro
compases son iguales a Mi Marta. Los
siguientes compases no son iguales: En esta versión la nota la se repite trece veces, convirtiéndose en un pivote alrededor de
cual suena un fa, un si bemol y un re (transcrito a re menor es la nota re):
|
Fig. N° 30. El Plebeyo Transcripción de Chalena Vásquez.
|
Manuel Acosta Ojeda en una de las entrevistas
que le hizo Marino Martínez para su libro Manuel
Acosta Ojeda Arte y sabiduría del criollismo (Martínez 2008) cantó la
melodía de la primera parte de El Plebeyo.
Hay que destacar que años antes (1986) en el artículo “Felipe soberano”
publicado en el diario “La Republica” había señalado:
“(…) Vamos descubriendo con
paciencia, como eran exactamente sus canciones Tuve el honor de estar, no hace
mucho en una hermosa reunión con Víctor Correa, Juan Ríos, Alcides Carreño,
Abraham Valdelomar. Juanito Ríos cantó el inmortal valse: "El
plebeyo". Como en un sueño, recordé la voz de Augusto Ballón, que lo
cantaba idénticamente La primera frase musical, no tiene nada que ver con lo
que se canta Es lo que podríamos llamar una escala melódica ascendente Lo que
se canta actualmente es exactamente igual al vals argentino de esa época "Mi
Martha” (En: “La República”, Sábado 17.05.1986 p.5).
Sin
embargo, cuando Martínez lo entrevistó,
la melodía cantada por Manuel Acosta, no fue una escala menor melódica sino más
bien un arpegio que podría ser una alusión al arpegio de los dos primeros compases de la partitura de Luis Enrique el plebeyo, partitura que —según su propia confesión— en algún momento tuvo en sus manos:
La música de El plebeyo por
ejemplo, no es como la que se canta. Felizmente con Hayre hemos visto la
partitura. Yo sabía música antes que Hayre, sino que cambié la música por una
botella mientras que Carlos siguió estudiando. Leí lo que Montalvo había escrito
y firmó pero como que él lo había transcrito, y la gente pensó que era obra de
Montalvo y Pinglo, entonces le pagaron la mitad de lo que dio la película en
México.
La música que conocí es:
|
Fig. N° 31. Manuel Acosta Ojeda Arte y sabiduría del criollismo
(Transcripción M. Martínez 2008:49).
|
La melodía cantada tiene el mismo inicio que la melodía que usó Felipe Pinglo en su vals "La vuelta al barrio":
|
Fig. N° 32. Felipe Pinglo La vuelta al barrio. |
Las seis últimas notas tienen
una figuración rítmica diferente a las de Luis
Enrique el plebeyo. Manuel Acosta canta con la sincopas características del vals criollo. Esta figuración rítmica es muy parecida a las versiónes de Jesús Vásquez. (Ver arriba).
3.- Sinfonía inconclusa
La partitura Luis
Enrique El Plebeyo es un texto musical que necesita ser analizado minuciosamente, lo que escapa al objetivo de este artículo. Considero que la
partitura entera de Luis Enrique el
plebeyo merece un estudio detallado
—el cual no ha sido todavía realizado— ya que este emblemático vals ha sido
esquivado en los estudios sobre el vals y la música criolla en general
(estudios que abarcan desde fines del siglo XIX hasta mediados de la década del
30), salvo expresas ocasiones que han sido comentadas en este texto. Ese
estudio debería ser hecho por un equipo interdisciplinario.
La partitura de Luis Enrique El Plebeyo pudo haber sido
publicada en 1933, como lo afirmara Pedro A. Montalva. Menos creíble es la fecha que dio como año de creación (1926 - 1927). La participación de Montalva al menos como arreglista y no simple copista, no puede ser
negada.
Con respecto a la similitud entre los ocho primeros
compases de Luis Enrique El Plebeyo con un fragmento de Mi Marta, se puede afirmar que, a pesar de la diferencia existente
en los cuatro primeros compases, se
constata una relación. Los dos primeros son diferentes, pero esa diferencia que
pudo haber sido hecha de manera expresa. Los compases 3 y 4 son idénticos. Los
compases 4 al 8, parecen iguales: a pesar de no tener las mismas
notas tienen el mismo diseño melódico. Sin conocer a ciencia cierta la fecha de
creación de estos valses estamos ante un
dilema indescifrable por el momento.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
ACOSTA OJEDA, Manuel (1986) “Felipe Soberano”. En: La República 10.05.1986
COLLANTES, Aurelio (1977) Pinglo inmortal Lima, Imprenta La Cotera
MARTÍNEZ, Marino (2008) Manuel Acosta Ojeda Arte y sabiduría del
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ANEXOS
ANEXO N° 1.- “ÚLTIMA
HORA”, lunes 26 de mayo de 1952
Por derechos fílmicos
de “El Plebeyo”
VIUDA DE PINGLO METE
JUICIO A UN EMPRESARIO
Lío entre viuda de
Pinglo y editor Maldonado no deja filmar “El plebeyo”
La filmación de "Luis Enrique El Plebeyo" en la cinematografía
mexicana, sufriría un serio retraso, porque acaba de aparecer como
concesionario de los derechos del popular vals, el editor musical y empresario
Carlos Maldonado, quien alega poseer un documento firmado por el mismo Felipe
Pinglo. Maldonado ha notificado al productor mexicano Luis Manrique que se
abstenga de firmar contratos con otras personas, porque él posee la
exclusividad de los derechos de las composiciones de Felipe Pinglo Alva.
Ante el problema planteado por Maldonado, la señora de Pinglo le ha
iniciado juicio, en el que también están comprendidas la Productora Galindo
Hermanos de México y la Editorial "Select" de Buenos Aires, quienes
tienen contratos firmados por Carlos Maldonado quien se encuentra radicado en
Buenos Aires por el momento.
Por parte de la familia de Pinglo, el periodista César Augusto Huertas que
dirige el programa "Micro—Cine" por Radio Central, había concedido
los derechos de "El Plebeyo", al productor mexicano Luis Manrique.
Ahora y momentáneamente, el negocio que le hubiera permitido a César Augusto
Huerta viajar a México, ha quedado paralizado hasta que los tribunales decidan
quien tiene la razón.
En México, las composiciones de Felipe Pinglo son las más populares y están
cotizadas monetariamente mejor que las de Agustín Lara, porque han batido todos
los records de venta por medio de grabaciones R.C.A. Victor y
"Peerles".
Compositor
Montalva dice ser coautor de “Plebeyo”: pide parte
Desde el 9 de mayo, está en poder de este diario, una carta dirigida al
columnista Guido Monteverde, en la que el señor Pedro A. Montalva, le comunica
desde Chepén que él también es el autor del vals "El Plebeyo". La
mencionada carta no fue publicada anteriormente para evitar dificultades a la
venta del popular vals de Felipe Pinglo, que estaba efectuando con una poderosa
empresa cinematográfica de México, el periodista César Augusto Huertas.
Pero ahora que se han paralizado todas las
gestiones porque el empresario Carlos Maldonado afirma que él tiene todos los
derechos para la explotación de la mencionada composición criolla, damos a
conocer e] texto íntegro de la carta enviada por Pedro A. Montalva.
Chepén, 9 de mayo de 1952.
Señor Guido Monteverde.—
Lima.
Muy señor mío:
Acabo de leer en el diario "Ultima
Hora", en la sección "Qué Pasa en Radio", del día 8 de mayo del
presente mes, que el señor César Augusto Huertas, está preparando su viaje a
México para firmar el contrato de "Luis Enrique el Plebeyo-. Le
agradecería que me hiciera el favor de decirle al señor Huertas, que no
solamente Felipe Pinglo A. es el autor. Yo tengo en mi poder varios
comprobantes como autor de "Rosa Luz”, "Pasión y Odio". "El
Huerto de Mi Amada" y "El Plebeyo", hechas con Felipe Pinglo
Alva y la próxima vez que vea anuncios de estas composiciones sin que también
lleven mi nombre, voy a verme precisado a iniciar el juicio correspondiente. He
sido bastante prudente con la Vda. de Felipe Pinglo, pero esto ya no se puede
tolerar. Ella no tiene ningún derecho de borrarme de las composiciones y debe
fijarse bien en el registro de la Biblioteca Nacional en el que las
composiciones que menciono más arriba están a nombre de Pedro Montalva y Felipe
Pinglo.
De Ud. soy su atento y S.S.
Pedro Montalva.
Nota. Le envío un ejemplar de "Pasión
y Odio" que fue publicada hace 18 años. De los otros no le puedo mandar porque
sólo tengo uno de cada uno.
Por la carta anterior se puede deducir que
el señor Montalva tiene intenciones de entablar querella, con la señora de
Felipe Pinglo, ignorando seguramente que el editor musical y empresario Carlos
Maldonado, por el solo hecho de haber editado el vals "El Plebeyo” se
arroga el derecho de explotar económicamente las obras del famoso autor criollo.
ANEXO N° 2.- “LA CRÓNICA”
viernes 6 DE JUNIO edición de la mañana p.1:
“He venido a defender
a la viuda de Pinglo”, dice el coautor de “El Plebeyo”
Se desempolva una
auténtica novela de amor en torno al disputado vals
MONTALVO, el coautor de “El Plebeyo”, famosa y disputada composición
criolla, hace declaraciones a uno de nuestros redactores, quién lo entrevistó
en el Callao “He venido –nos dijo- a defender a la viuda de Pinglo” En su
relato sobre la forma como compuso el vals, revela que fue inspirado en su
profundo amor, siendo él quien creó la música y Pinglo la letra.
Página 4:
“He llegado a defender
a la viuda de Pinglo” afirma Pedro Montalva
Coautor de “El
Plebeyo” dispuesto a dar batalla
Pedro Montalva compositor, que puso música al celebrado vals “El Plebeyo”
llegó de Trujillo al Callao con el objeto de defender a la viuda del malogrado
Felipe Pinglo, a raíz del pleito sobre el citado vals. Encontramos a Pedro
Montalva en casa de los esposos Olsen, quienes lo agasajan con una champañada.
Rodeado de amigos, entrevistamos a Pedo Montalva, quien nos acogió
amablemente y nos hizo conocer muchos aspectos no conocidos sobre la vida de
Pinglo, al que le unió gran amistad
“Fuimos dos bohemios” –dijo- que hicimos música por inspiración y no con
afán de enriquecernos. No puedo precisar cuándo lo conocí. Apenas nos vimos por
primera vez, nos sentimos unidos por esos lazos que sólo unen la verdadera
amistad. Sólo puedo precisar que lo busqué para que pusiera letra a una de mis
músicas. Felipe trabajaba como Secretario de una institución militar. Yo tenía
breves referencias sobre su persona. Una de sus composiciones me gustó así que
decidí que creara la letra de un vals mío. Esto ocurrió entre los años 1926-27.
Luego, refiriéndose a la visita a la capital, nos dijo que ello se debía a
que llevaba el propósito de ayuda a la viuda de Felipe Pinglo. Explica que no
hay motivo para que la casa Maldonado y subsidiarias se crean con derecho sobre
la composición “El Plebeyo”. Debiendo hacerse presente que esa música, por
estar impresa era ya conocida, y fue registrada en la biblioteca nacional, en
defensa de los derechos de autor.
Cuando apareció “El Plebeyo” no llamó la atención porque el público estaba
habituado a ritmos extranjeros, dice Montalva.
-Yo fui quien en 1933 realicé la impresión del citado vals, por intermedio
de la casa “La Rosa Hermanos”, 200 ejemplares a razón de 24 soles. Sólo puedo
decir que aquella impresión nos produjo pérdidas. Ignoro la razón por la que la
casa Maldonado se crea con derecho a “El Plebeyo”. No se me ha consultado pese
a que yo soy el que puso música al vals.
HISTORIA DE EL PLEBEYO
“El Plebeyo” nació a raíz de un amor imposible. Yo estaba por aquél
entonces enamorado de una dama de sociedad, así que animé a Felipe a que creara
una letra conforme a una idea mía. Felipe trabajó gustoso en ello, y cuando
terminó la obra, lo demás corrió por mi parte.
“El Plebeyo” lo hicimos conocer por radio Nacional, pero desgraciadamente
no gustó al público. Luego firmé un contrato con la “Bacle y Santa Gadea”, que hacía rollos de pianola. No sé si hasta ahora existirá
la firma. Cuatro rollos del vals fueron regalados a la dama de la inspiración.
Trataré de verme con ella para que me los dé, y poder ayudar a la viuda en el
juicio con la casa Maldonado.
AYUDA PARA LA VIUDA
-Vengo pues- agrega nuevamente- a apoyar a la viuda de Pinglo y trataré de
que las emisoras, cantantes y la Asociación Peruana de Autores y Compositores
hagan algo económicamente por ella. No es posible que Felipe Pinglo, que ha enriquecido
la música criolla, haya dejado a su viuda en la miseria.
COMPOSICIONES INÉDITAS
Pedro Montalva y Felipe Pinglo, han compuesto quince piezas criollas muchas
de ellas aún inéditas. Y referente a ello Montalva nos dice que tratará de
hacerlas conocer “La viuda de Pinglo, a
quién todavía no he visto, tiene un álbum de letras que Pinglo dejó para que
les ponga música”.
Montalva se sienta al piano y toca el vals “Pobre madre mía” que no quiso
dar a conocer porque era muy triste.
Pedro Montalva nació en Trujillo
en 1905 y llegó al Callao a los tres meses de nacido. Se educó en el Instituto Chalaco que dirigía el profesor
Gerónimo Zúñiga. Comenzó su carrera artística en Lima en el año 1923.
(…)
ANEXO N° 3.- “LA
CRÓNICA” 7 de junio:
CARTA DE LA VIUDA DE
PINGLO CONTRA LO QUE DIJO MONTALVA
P. 5
VIUDA DE FELIPE PINGLO
EXPRESA QUE SON INEXACTAS AFIRMACIONES DE MONTALVA
SEÑALA QUE LA
INSPIRACIÓN LLEVA EL SELLO DE PINGLO.- RECONOCE SUS DERECHOS Y LO ACUSA DE
DIFAMADOR. – “NO ESTAMOS EN LA MISERIA”.
“Las obras de un artista llevan el sello de su personalidad. No pude
negarse la inspiración de Pinglo en el popular vals “El Plebeyo”, nos dijo ayer
el Dr. Recoba, asesor jurídico de la Asociación de Autores y Compositores y representante de la viuda de
Pinglo, quien nos trajo una carta, relacionada con las declaraciones de
Montalva, que insertamos ayer. Montalva ha manifestado ser coautor de la obra,
y que Pinglo fue autor de la letra, siéndolo él el de la música.
A este respecto el Dr. Recoba dice: “La obra de Pinglo es tan conocida y su
estilo tan singular que no puede dársele crédito a esta afirmación, “Jacobo el
leñador”, “El huerto de mi Amada” y otras más son composiciones que revelan
identidad de autor. Por otro lado, el Sr. Montalva en conversación particular
me confesó que él no era autor, no me explico, pues, sus declaraciones”.
Respecto al conflicto con Maldonado, nos dijo el Dr. Recoba que ya está por
fallar el tribunal. “Por lo demás, hemos logrado hacerle paralizar a Maldonado
los pagos en Chile y en México”.
Seguidamente insertamos la carta de la viuda de Pinglo:
Lima 6 de junio de 1952
Señor Director del diario
La Crónica.- Presente.
Señor Director: Ruego a Ud. insertar en las columnas de su prestigioso e
importante diario la siguiente aclaración con relación a la información
publicada en la edición matinal de la fecha bajo el rubro: “He llegado a
defender a la viuda de Pinglo, afirma Pedro Montalva”. Por lo que le anticipo
mi sincero agradecimiento.
Profundo estupor me ha causado las declaraciones de Pedro Montalva,
vertidas en una entrevista solicitada por el diario de su digna dirección. Yo,
a través de las buenas referencias que mi abogado me había dado de Montalva,
tenía otra impresión de él, pero su conducta me ha demostrado, precisamente, lo
contrario., me apena constatarlo. La torpeza de sus declaraciones resulta
flagrante cuando dice que todavía no ha visto y sin embargo clama por una ayuda
a mi favor porque me encuentro en la miseria. Si no me ha visto ¿Cómo le consta
que estoy en la miseria? Además, estoy
bien informada por mi abogado, a quien Montalva visitó apenas llegó a esta
Capital, que aquél le explicó con todo detalle la decencia y absoluto decoro en
que vivo; esto quiere decir que Montalva ha formulado deliberadamente
declaraciones a sabiendas de que no era cierto lo que afirmaba. No es cierto,
pues, que yo viva en la miseria como injusta y temerariamente afirma Montalva.
Mis hijos y yo trabajamos. Tengo un hermano legítimo que es comerciante
honorable y disfruta de expectable posición económica, establecido hace muchos
años en el Callao. Si yo viviese en la miseria, sería precisamente mi hermano
quien no lo permitiría. Mi asombro se colma al pensar en las razones que
Montalva haya tenido para declarar en la forma que lo ha hecho. Lo desmiento
públicamente y lo sindico como un difamador.
Ahora bien, respecto de los antecedentes u origen de “El Plebeyo”, las
declaraciones de Montalva adquieren respecto de mi difunto marido, la más grave
ofensa a la verdad y a su recuerdo. Conozco perfectamente la paladina
declaración que Montalva hizo a mi abogado en su primera visita, que duró más
de dos horas, en el sentido de que Felipe le pidió SOLAMENTE la escritura de la
partitura para piano, limitándose él a distribuir las notas musicales en el pentagrama.
Mi abogado que conoce bien esta verdad, le aclaró a Montalva que a pesar de tal
convicción le asistía indiscutible derecho a las perspectivas económicas por la
edición del vals, toda vez que mi marido había inscrito aquella producción a
nombre de los dos, es decir Pinglo y Montalva, tal como aparecía en la
constancia de depósito en la Biblioteca Nacional en el año de 1935, que el
profesional le mostró en ese mismo momento. Montalva aceptó los consejos de mi
abogado y le encargó definitivamente que también a su nombre continuase las
gestiones legales para materializar la explotación del mencionado vals. Ante
esto, señor Director, cuán extrañas resultan las declaraciones de Montalva
respecto de la inspiración del vals “El Plebeyo”. Felizmente el gran público
conoce de sobra el entusiasmo, dedicación, verdadera emoción social y estilo
que caracterizó las obras musicales de mi marido, de tal manera que no podrá
dar crédito a los cursis antecedentes que sostiene Montalva.
Sin otro particular reitero mis agradecimientos.
Hermelinda Vda. De Pinglo
ANEXO N° 4.- LA
CRÓNICA” 7 de junio:
Pinglo acusó a Pedro
Montalva de haber plagiado el vals “El
Plebeyo”
Formula la sensacional
revelación el señor Alfredo Buckley quien grabara el rollo con el vals de paternidad
discutida
Con motivo, de discutirse la paternidad de la música de "El
Plebeyo", vals en disputa, entrevistamos ayer, al señor Alfredo Buckley
que fuera representante de la fenecida casa musical "P1eyatone Music
Co", con la que según documento que posee Pedro Montalva, supuesto coautor
del celebrado vals, daba a esta casa los derechos de exclusividad de música
perforada en rollos para pianola, contrato fechado el 22 de junio de 1935. El
señor Alfredo Buckley, nos recibió amablemente en su residencia de San Isidro,
y en primer término, refiriéndose al contrato firmado con Pedro Montalva, que
aparece como autor del vals "El Plebeyo", nos dijo: —Recuerdo que un
día se presentó a mi oficina Pedro Montalva, cuyo rostro no he conservado en la
memoria, portando un manuscrito musical. Yo, amante de la música criolla, lo
hice tocar con Isidoro Purizaga, pianista de la oficina. El vals me gusto,
entonces firmé contrato con él.
TRESCIENTOS ROLLOS
¿Cuántos rollos de “EL Plebeyo” se hicieron? —Bueno, en este contrato en
que el autor recibiría el 5 por ciento
por rollo vendido, mi fábrica hizo 300 rollos y
todos fueron vendidos. Purizaga arregló en parte la música de "El
Plebeyo". Y yo vendía a razón de S/. 2.00 cada rollo.
¿Llevaban dedicatorias los rollos?
—No. Nunca he permitido que se dedicaran las piezas que yo adquiría.
—¿Tiene algún ejemplar de aquella impresión?
—No. Desde el año 1936 que liquidé con el negocio, no conservo nada de
aquél.
PINGLO ACUSA A
MONTALVA DE PLAGIARIO
—¿Cuánto recibió Montalva por derecho a venta? —inquirimos.
—Nada, porque a los cuatro meses de la edición de "El Plebeyo" se presentó a mi oficina Felipe Pinglo, y me dijo que aquel vals era suyo,
y que Montalva se había plagiado su música. No hubo acaloramiento de ninguna
clase, Pinglo serenamente me expuso su caso, Pinglo vestía un terno plomo, era
delgado y su rostro estaba muy pálido. Es por esto que ante tal enredo opté por
no pagar a ninguno.
—¿Apareció nuevamente Pinglo a su oficina?
—Ni Pinglo ni Montalva volvieron a poner los pies en ella. Y no supe más de
ellos.
LA MUSICA CRIOLLA
Minutos antes de terminar nuestra entrevista el señor Alfredo Buckley, nos
cuenta que en aquellos tiempos la música criolla no tenía aceptación dentro de
la gente. Más compraban piezas extranjeras. La música criolla vino a difundirse
gracias a la radio. De esta manera damos fin a la interesante entrevista.
ANEXO
N° 5 CUADRO COMPARATIVO DE LOS PRIMEROS COMPASES.
Sin embargo en la
programación de los conjuntos que debían presentarse el 24 junio de 1936 en las pampas Amancaes se anunció
al “conjunto juvenil “Felipe Pinglo”, formado por Nicolás Henríquez
(guitarra); Augusto Vásquez (cantor) y Alberto Pérez (guitarra) quienes
ejecutarán:-Concejos de amigo (Vals) y Luis Enrique “El Plebeyo” (vals)” (“La
Crónica” 22.06.1936).
Collantes en Pinglo inmortal escribió: “Para escribir
el pentagrama de ésta pieza y ser editada por la Editorial Maldonado del Pasaje
Carmen (hoy Correo), solicitó Pinglo a Pedro Montalva para transcribir la pauta
musical de la edición Maldonado a Montalva”, lo que queda demostrado no fue así.