Hijo de don Bernardo Gil y de doña Francisca Mallma Huamán, Víctor Alberto Gil Mallma, el gran "Picaflor de los Andes", nació el 8 de abril de 1929. Fue declarado en el año 2022 personalidad meritoria por el Ministerio de Cultura, pero, desde los inicios de su carrera artística en 1960, fue un ídolo popular. ¿El lugar de nacimiento? Hay controversia, una versión afirma que nació en la ciudad de Huanta del departamento de Ayacucho, otra, que nació en la calle Huanta de El Tambo, en Huancayo. Dejémoslo ahí, es parte de la leyenda.
En el diario "La Prensa", con motivo de su fallecimiento, se publicó una semblanza biográfica:
Víctor Alberto Gil Mallma, había nacido en la ciudad de Huancayo. Estudió parte de su primaria en Villarica, en el Alto Perené, donde su familia vivió un tiempo, y la cóntinuó en la Escuela del Jirón Puno 581 y en el Colegio Santa Isabel de su ciudad natal. Siendo un adolescente comenzó a trabajar en las minas como chofer.Si bien se consagró como intérprete de nuestra música serrana, "Picaflor de los Andes" se inició cantando el género ranchero mexicano. En 1959 vino a Lima para probar fortuna en un concurso de música foliclórica que promovió Radio Excelsior y logró triunfar. Su primer éxito fue el huayno "Aguas del Río Rímac" que ha dejado grabado en dos disqueras di-ferentes. Fundó la organización de publicidad Folklórica radial "Clarinadas Peruanas". Dejó grabados 14 LP. La disquera Virrey editó un disco doble con motivo de sus Bodas de Plata con sus mejores éxitos.
En "La Crónica" del 3 de mayo de 1967 se publicó este artículo:
"La Crónica, 03/05/1967 |
Al “Picaflor de los Andes” se le discute pero “arrastra” públicoLa pequeña estatura, el rostro neutral y la mirada taciturna son las principales características físicas de Víctor Alberto Gil, “El Picaflor de los Andes” uno de los más populares y discutidos intérpretes folklóricos del presente.Nacido en Huanta, se forjó en la ciudad de Huancayo, donde se adentró en el rebelde espíritu de los huancas, asimilando su dialecto y costumbres, que ahora le sirven para ser considerado como el "Rey del Huaylas".A diferencia de los pioneros del folklore andino, está de moda desde hace algunos años y constituye una razón de alta taquilla para los promotores y empresarios de coliseos, teatros y emisoras, y gran venta de grabaciones. Este cotizado artista hace reverberar en sus intervenciones las vivencias de su propia lucha y sufrimientos con un tinte casi siempre irónico lo cual gusta poderosamente a la masa popular de tierra adentro.Su voz está identificada como la máxima expresión masculina de la canción del Valle del Mantaro. Como compositor se le discute también, pues se le acusa de no componer de acuerdo al verdadero sentir de los pueblos huancas desdiciéndose en el fondo y forma del verso andino."Picaflor de Los Andes", es el intérprete mejor pagado de nuestros días, hecho q' no pudo hacerse extensivo a sus colegas de arte al asumir la Secretaria General del Sindicato de Artistas Folklóricos del Perú.Es y fue siempre un hombre de trabajo y lucha, derrochando energías en las carreteras del abrupto Ande peruano, con el campo de la rudeza de la mecánica industrial. Su mundo personal ha influido poderosamente también en que se le discuta, pero de todos modos es Innegable que es el cantor vernacular que más éxitos y aplausos cosecha en los escenarios, hoy por hoy.
En 1968, José María Arguedas, en su artículo "De lo mágico a lo popular, del vínculo local al nacional" le dedicó una líneas llenas de admiración:
"El Comercio" Dominical 30.06.1968 |
Ya en esa época su salud le causaba problemas y lo alejaba de los escenarios, pero su determinación hacía que se recupere y vuelva a actuar.
"La Crónica" 5 de julio de 1970 |
"La Crónica" 2 de enero de 1972 |
En 1974 su salud estaba bastante deteriorada, desde julio de ese año estuvo postrado en silla de ruedas. El 18 de ese mes "La crónica" publicó una nota en la que él se expresa largamente sobre la problemática de la música popular y sus intérpretes.
Picaflor de los AndesUn paso más en la vidaPara algunos interpretes vernaculares, expresar nuestro sentir popular en los coliseos representa casi una forma de distracción o esparcimiento. Pero, para un artista andino que ama su tierra entrañablemente, que canta sus angustias y alegrías, que lleva en la sangre el espíritu del folklore, significa mucho más que su propia vida: Es el caso del Picaflor de los Andes.En efecto, para Victor Alberto Gil Mallma, huancaino, conocido como "El Picaflor de los Andes" nunca han existido barreras ni obstáculos para difundir el folklore que conoció y aprendió a querer desde niño y que ya, a los 17 años, exteriorizaba en los asientos mineros y fabricas de Huancayo, su tierra natal. Lamentablemente, el "genio de Huayta-pallana", como lo recuerdan sus paisanos cariñosamente, sufrió el reto de una delicada enfennedad que lo tiene postrado en un sllón de ruedas desde hace seis mesas.Una mielitis —irritacion de tipo infeccioso a la medula espinal— pudo haberle impedido que sigua actuando en los coliseos y en contacto con su publico.Sin embargo, la reacción del "Picaflor de los Andes" fue sorprendente. Valiente, es el termino más adecuado. Tal vez muchos en su lugar se habrían sumido en la desesperación por no poder caminar. Por el contrario, para el hijo predilecto de Huancayo y de mas de una veintena de distritos de la region, la temporal invalidez ha sido incentivo para seguir difundiendo el folklore huanca y marcha adelante con su empresa "Clarinadas Pcruanas", productora de programas andinos para radio, así como para continuar en la búsqueda de nuevos valores vernaculares.UNA NUEVA ETAPA EN SU VIDA"Mi enfermedad —nos dice— ha marcado el comienzo de otra etapa en mi vida y que, para mi, sólo puede tener una culminación, la realización de todos sus proyectos. pese a mi impedimento físico.El conocido artista huanca, que tiene en su haber doce grabaciones de larga duración y medio centenar de 45 rpm, difunde sus canciones en radio Agricultura de Lima, Andina de Huancayo y Chinchaycocha de Junin, acaba de hacer dos presentations publicas y grabar su docimotercer LP bajo el titulo "Un paso más en la vida", dedicado a quienes siempre le alentaron a seguir expresando el sentir del hombre andino."EL FOLKLORE REQUIERE UNA LEY"Para victor Alberto Gil, qua surgió al mundo artistico hace más de 15 años en un programa vernacular que conducía Gonzalo Toledo en radio Excelsior, los problemas de antaño de nuestro folklore continuan latentes y se han hecho casi crónicos.El intérprete y compositor huanca considera que la difusión de la música andina atraviesa por una caótica situación toda vez que son muchos los interpretes que no tienen conocimientos ni formación artistica. En nuestro país, señala, hay una variedad de expresiones folklóricas, y cada vocalista o conjunto que surge como le viene en gana los ritmos autoctonos sin que exista ningun organismo que supervigile o controle la calidad de los mismos".Considera que mientras Bolivia se identifica con su taquirari, Chile con su cueca y Mexico con su ranchera, nuestro folklore se identifica con una serie de huaynos y mulizas de distinto origen y que siempre no están de acuerdo a una estetica, que en la mayoria de los casos distorsionan la verdadera esencia de nuestra música. Anota que el plagio y el desconocimiento en los ritmos son problemas capitales de nuestro folklore, y que compete al Instituto Nacional de Cultura y a las autoridades respectivas tomar cartas en el asunto.IMPOSTERGABLE: LA CAPACITACIONPrecisa que el Sindicato de Artistas debe desarrollar ciclos de capacitación para todos sus asociados, con la participación de musicólogos, etnólogos y otros especialistas, así como propiciar la apertura de más fuentes de trabajo.El artista huanca de 44 años, padre de dos profesionales y cinco menores, subraya que los dos escenarios que existen en Lima no son suficientes y que los interpretes no pueden seguir expresando su sentir en canchas de futbol, por ejemplo."El sindicato —agrega— debe conseguir que el artista tenga un solo carnet pan trabajar en los escenarios". Confiesa que son muchos los vocalistas que actúan únicamente en el Coliseo Nacional porque tienen carnet solo de la Municipalidad de la Victoria. Pide además, que no se tome al folklore como una simple actividad recreativa de aficionados, la mayoría de los cuales laboran durante la semana en mercados "paraditas" y los domingos se transforman en cantantes y bailarines. "Hasta el momento —termina— ninguna institución se ha preocupado por solucionar estos problemas que ponen de relieve el atraso en que nos encontramos en lo que se refiere a música vernacular. Sería necesario hacer una evaluación de los interpretes y establecer rigidas disposiciones que normen y controlen la difusión de nuestra música andina...".
"La Crónica" 18 de diciembre de 1974 |