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Licenciado en Educación - Historia por la UNMSM y diplomado en Estudios Musicológicos Peruanos por el Conservatorio Nacional de Música. Estudios de Musicología en el Conservatorio y en la Universidad de Ginebra. Publicaciones: - El Misterio del Cóndor - Método de Guitarra Andina Peruana - Diversos artículos en revistas y periódicos. Conferencia Magistral sobre El Cóndor Pasa… en el VI Congreso Internacional de Peruanistas en el Extranjero. Georgetown University (ATP) Y diversas conferencias en el país. Actualmente está enfocado en investigar la historia de la música popular en la ciudad de Lima.

viernes, 1 de octubre de 2021

PATENTES Y MÚSICOS EN LIMA EN 1879

PATENTES Y MÚSICOS EN LIMA EN 1879

AHML
      
    En el Archivo Histórico de la Municipalidad de Lima (AHML) he encontrado un legajo en que están reunidas 32 boletas referentes al pago de impuestos de los músicos que ejercían en esta ciudad en esa época y 4 de los afinadores de piano.  Las papeletas corresponden al “semestre de Navidad” de 1879, lo que nos muestra que los pagos eran semestrales y correspondían al 4 % de la utilidad obtenida como músico en conformidad con las leyes y disposiciones vigentes. Las papeletas son del segundo semestre de 1989, ya en plena guerra con Chile y fueron expedidas por Concejo Departamental de Lima. En cada una de ellas se ve un sello con fecha 23 de julio de 1879 que indica “Se aumenta esta Contribución en un 25 % sobre el valor primitivo en virtud de la ley de 18 de mayo último”.

         Las boletas de pago están numeradas, siendo el número más bajo el 3374 y el más alto el 3394, de lo que se puede deducir que 40 músicos pagaban patentes, aunque sólo se han conservado en el archivo 32 papeletas. Quizás eso explica la ausencia de las boletas de algunos músicos notables como Claudio Rebagliati. 

        Las patentes son de cuatro clases. De las 32 patentes, 4 son de primera clase, 3 de segunda, 8 de tercera y 16 de cuarta clase.

         El valor de la patente de primera clase es de 50 soles. El músico Federico Guzmán aparte de la patente, pagó una multa de 12.50 soles lo que totaliza S/. 62.50.


Patente de primera clase

   
     El valor de la patente de segunda clase es de 35 soles. El músico Reynaldo Rebagliati (hermano de Claudio)  pagó además una multa de 8.75 soles lo que totaliza S/. 43.75.

Patente de segunda clase


     El valor de la patente de tercera clase es de 20 soles. El músico Manuel Panizo aparte de la patente, pagó una multa de 5 soles lo que totaliza S/. 25.

Patente de tercera clase

     El valor de la patente de cuarta clase es de 15 soles. El músico Alberto Sormani aparte de la patente, pagó una multa de 1.25 soles lo que totaliza S/. 6.25.

Patente de cuarta clase

         Los músicos que aparecen en las boletas son los siguientes:

NOMBRE
DIRECCIÓN
CLASE
MONTO S/.
Multa S/.
TOTAL
Castañeda, Benjamín
Carabaya, 129
Primera
40 + 10 = 50
12.50
62.50
Gayano, G.
Cuzco, 101
Primera
40 + 10 = 50
12.50
62.50
Galvani
Arequipa, 26a
Primera
40 + 10 = 50
12.50
62.50
Guzmán, Federico
Chorrillos
Primera
40 + 10 = 50
12.50
62.50
Newman, Eduardo
Azángaro
Segunda
28 +   7 = 35
8.75
43.75
Pauta, Asencio
Junín, 110
Segunda
28 +   7 = 35
8.75
43.75
Rebagliati, Reynaldo
Azángaro, 18
Segunda
28 +   7 = 35
8.75
43.75
Deker, Germán
Lampa, 125
Tercera
16 +   4 = 20
5.00
25.00
Grillo, Francisco
Huanta, 14
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
García, L.
Junín, 380
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
Lévano, E.
Huanta 150
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
Mongoa, Manuel
(no indica)
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
Peseto, Manuel I.
Amazonas, 48
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
Panizo, Manuel
Cuzco, 29
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
Távara, Miguel
Ica, 98
Tercera
16 +    4 = 20
5.00
25.00
Bouquet
(no indica)
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Cadenas, José Ignacio
Arica, 130
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Carreón, José
Ancash, 40
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Guarro, Pedro
(no indica)
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Layten
(no indica)
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Maes, Ambrosio
Ica, 18
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Manill, Ramón
 Urubamba, 88
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Mendoza, Francisco
Convento de Santo Domingo
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Oriamuno, José
Urubamba, 54
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Palomino, José
Convento San Francisco
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Quintino, Regis A.
Chorrillos
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Ramírez, Eugenio
(no indica)
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Ramírez, José
Arequipa
Cuarta
   4 +   1 =  5
1.25
6.25
Rebagliati, Hércules
Azángaro, 18
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Sormani, Alberto
Carabaya, 133
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Toledo, N.
(no indica)
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25
Torres, Julián
Tacna
Cuarta
   4 +    1 =  5
1.25
6.25

Afinadores de pianos – afinador y compositor de pianos

NOMBRE
DIRECCIÓN
CLASE
MONTO S/.
Multa S/.
TOTAL
Richeti
Unión, 246
Primera
20 + 5 = 25 
6.25
31.25
Chochot
Arequipa, 13
Primera
20 + 5 = 25 
6.25
31.25
Carreón
Ancash, 40
Segunda
16.66 + 4.17
5.20
26.03
Braklo
Jauja, 28
Cuarta
10 + 2.50
3.12
15.62

 
     En 1863 Manuel Atanasio Fuentes publicó su Guía de Domicilio de Lima para 1864. De ella hemos extraído la siguiente relación de músicos:


    Como se observa en esta relación no están los músicos que pagaban patente en 1879. Siendo este un "paper in work" espero poder continuar con la indagación de los músicos en Lima en la segunda mitad del siglo XIX. Este mismo tema está tratado en "Música y músicos en Lima 1830 - 1890" y puede leerse en este enlace:



domingo, 19 de septiembre de 2021

ENTREVISTA INCONCLUSA A LA “VOZ MÁS EXCITANTE DEL MUNDO”: IMA SUMAC

 ENTREVISTA INCONCLUSA A LA “VOZ MÁS EXCITANTE DEL MUNDO”: IMA SUMAC

Cultura Peruana Nº 59 - 1953

CONFERENCIA DE PRENSA

               A las 5 de la tarde, pocas horas después de haber sido recibidos apoteósicamente en nuestra Capital, Ima Súmac y Moisés Vivanco ofrecieron una "Conferencia de prensa" en su departamento del Country Club, conferencia a la que asistieron periodistas y curiosos que se entretenían — mientras la diva hacía su aparición — en soltar al aire los moscardones de sus conjeturas y su admiración. Vivanco, que oficiaba de maestro de ceremonia, nos atendía con un cocktail y una conversación a boca cerrada, es decir, Vivanco hablaba como un aprendiz de inglés al que le ponen un lápiz entre los dientes para que pronuncie mejor.

               Nada extraordinario sucedió hasta llegar a este diálogo:         

               —¿Por qué ha estilizado nuestra música, Vivanco?

               —Para agradar a los cultos públicos del extranjero.

               —A costa de tergiversar,

               —Yo no he tergiversado nada. He tomado, como los grandes músicos, temas populares folklóricos y los he vestido con ropajes nuevos, desconocidos.

               —¿Entonces, es peruana la música que compone?

               —Eso queda al concepto de los que la juzguen

               — respondió Vivanco lleno de orgullo profesional.

               El diálogo quedó cortado por la aparición de la Súmac. Realmente "apareció", con una bata de seda color rosa. Saludó gentilmente y se sentó en una silla que todos hubieran querido ofrecer. Pasada esta sorpresa se empezó a conversar con los ojos. Con los ojos, porque nadie hablaba. Nadie le preguntaba nada. Sólo había un mirarle sus mínimos gestos. Recuerdo que, cuando apuró un trago de agua, todos seguimos con la mirada los tres tiempos de minué en los que Ima hizo ¡Salud!

A esta temperatura los minutos empezaron a desleírse. La conversación en los corrillos fue disminuyendo hasta que se apagó en contraste con la primera estrella de la noche. La "conferencia de prensa" había terminado.

DETRÁS DE LAS BAMBALINAS.

               Detrás de las bambalinas, resultó más que imposible hablar con la famosa cantante. Nosotros habíamos concurrido citados por ella. Pero a la hora señalada, el ensayo estaba por empezar. Ima vestía de verde, gafas y mal humor — o para ser menos duros — de nerviosidad. A todos los que se le acercaban los despedía con amables monosílabos.

               Un tramoyista, exclamó:

—¡Quién iba a pensar!

Y un artista indígena:

—¡Yo trabajé con Ima

               Y un telón:

—Todo cambia, todo se renueva. ¡Sólo yo permanezco igual!

Y Félix Francisco Campos:

—¡Yo la bauticé con Ima Súmac!

Y un grupo de señoras de sociedad y un obeso prelado:

—¡Qué orgullo! ¡Viva Ima!

Y Juan Pueblo—

—¡Cómo es la vida!

¿Y yo? Sólo contemplaba el trajín de usina del palco escénico del Municipal.

Borisoff anunció: ¡Listo! Levantó las manos y dos cornos hendieron, graves y sonoros. Una ráfaga de violines contestó el desafío. La Súmac superó a los violines. Mas, haciendo gala de su voz, gritó:—¡No! ¡No! ¡De nuevo! ¡Otra vez! ¡Qué pasa!. 

Borisoff volvió su cabeza de oso polar y sonrió asequiblemente:

—Ahora, ahora — exclamó, tratando de calmar el estado de ánimo de la cantante. A esta altura, me salí, dejando a los que se encontraban detrás de las bambalinas, ver cómo Ima Súmac se entretenía en hacer gorgoritos de irascibilidad.

POR FIN CON IMA

               El título es para calmar mi vanidad. En realidad, Ima sólo estuvo conmigo unos cuantos minutos. Salió a recibirme con un vestido de brocado marfil. Su escote en punta se perdía o nacía en el cinturón descubriéndole media naranja de sus senos, en un irresistible gesto da sensualidad. Ima no tiene rasgos fisonómicos de acuerdo a cánones de belleza, pero sus ojos de pupilas claras, ayudados por la sombra del maquillaje, un porte aristocrático, el "sex-appeal" norte-americano o el "duende" español, la hacen exquisita. Ima desapareció de mi vista demasiado pronto. El que iba a contestar mis preguntas, era Vivanco con quien relativamente — yo no tenía interés de conversar. Pero el silencio se iba alargando como un hilo a cuyo extremo había amarrada una corneta de aburrimiento. Entonces, le alcancé lo que más tenía a la mano:

—¿Ima nació en Ichoacán?

—Sí, — contestó Vivanco. Y aclaró: Se dice que Ima es del Callao, pero no es verdad; lo que pasa es que Ima tuvo una hermana que nació allí, y murió a los 8 años. Eso es todo. Ima es cajamarquina.

—¿Y las leyendas de los 30,000 indios y la sangre de Atahualpa?

—Lo primero no es cierto, lo segundo, sí. ¿No está conforme con eso? — me preguntó. —¿Yo, no y Ud.?

—Yo, tampoco — contestó Vivanco sonriendo con dificultad. 

DE 5 SOLES A 25 MIL DOLARES.

               Vivanco me contó que conoció a Ima cuando ésta tenía 13 años. "La primera canción que le enseñé — dijo — fue "Cholo Traicionero". La letra de este pasacalle me pareció una mala jugada de su subconsciente, una etapa de tambaleo en su vida sentimental con Ima, se entiende. Juzguemos:

Aunque te pese

nuestro matrimonio,

somos ya casados

ya no hay remedio.

         Parece como que los buitres de los líos familiares, de la separación se cernían sobre su cielo. Pero Vivanco, aclaró:—"Esta canción la compuse antes de conocer a Ima, cuando trabajando en Radio Nacional ganaba cinco soles; cuando ni soñaba que en Denver, Colorado, alguien me iba a pagar 25 mil dólares por actuación.

“CHUNCHO" NO ES SU COMPOSICIÓN

        El compositor, tenía tiempo para atenderme porque cruzó la pierna y se arrellanó en un sillón de la casa residencial 319 de Inca Ripac, donde hay varios cuadros indígenas con llamas e indios, un sol estilizado con ojos de ventana y cabellera en zig-zag. De mi cuestionario en desorden, saqué al azar, una pregunta:

— ¿Cómo es posible que haya compuesto "Chuncho" sin conocer la selva? Él explicó: "Un tal Samanez Ocampo, tío mío, hermano del que fuera Presidente de la República y músico por vocación, llevó al pentagrama algunos sonidos naturales de la selva, tales: el andar sobre las hojas muertas, el ruido del viento y el rumor de los ríos, el ulular de las fieras, el canto de los pájaros, el silbido de las serpientes, el caer de la lluvia, el grito de los hombres perdidos y los enterradores. Estas notas me fueron enviadas a New York junto con un folleto descriptivo de "El Infierno Verde" que yo leí obsesionado. Durante estos lapsos de arrobamiento y cuando mi situación económica era miserable, compuse "Chuncho", en más o menos un año. Esta composición es revolucionaria en la historia de la música, es base de nuestro triunfo".

—¿Revolucionaria?

—Efectivamente, porque son variaciones de una sola nota.

—¿Ese es el tema?

—Si. — afirmó Vivanco con la misma satisfacción de un escolar que se saca 20 por haber resuelto un problema da regla de tres.

Sabía que para hablar de música — lo dice Hanslick — es necesario hacerlo con la sequedad de una terminología técnica o con la poesía de la ficción. Pero ni Vivanco ni yo, poníamos nada de nuestra parte para cumplir con este postulado. 

 LOS PERROS COMEDIANTES Y LOS INDIOS.

Se puede asegurar que Vivanco lleva en el alma, como un insecto prendido con un alfiler, una mariposa de resentimiento, fosilizada. Un resentimiento profundo, uno de esos traumas psíquicos, de esas minusvalías clasificadas por algún adleriano, un complejo por desplazamiento o por incomprensión. Su mal debe datar de su infancia o su mocedad. El no habla nada sobre el particular, pero desfoga inconscientemente. Un ejemplo: "Nos negaron el Teatro Municipal porque éramos indios, porque la mayoría de los de mi conjunto folklórico eran serranos, feos y mal presentados. Y pensar—dice—que antes de nosotros trabajaron en el mismo teatro, una "trouppe" de perros comediantes.

VIVANKOSKI SERIA MÁS APLAUDIDO.

Los artistas Vivanco-Súmac tenían concertada una recepción. Debían salir. Vivanco no quiso que la conversación se enfriara como un pan: entonces me invitó a que los acompañara. Así, salimos Ima, Vivanco y yo. Dentro del automóvil. Vivanco lleno de ironía, filósofo:

—Si yo fuera Vivankoski o Vivankovich sería mucho más aplaudido. Pero solo soy: Vivanco. "El cholo Vivanco" Le temblaron los ojos pequeños. Arrugó el entrecejo y resoplo lleno de vivacidad. De rebeldía.

BEETHOVEN, TSCHAIKOWSKI Y VIVANCO.

—¿Valle Riestra es el mejor compositor peruano? — le pregunté.

—Hasta hace diez años, sí — contestó Vivanco.

Vivanco debe ser un genial compositor, por algo han puesto su retrato en la Galería del Albert Hall de Londres, donde se hace esa selección a razón de un músico cada 50 años, o sea que hasta el año 2000 nadie puede seguir a Vivanco. Tal vez, en realidad. Vivanco es un compositor genial, pero que no sea él quien nos lo diga, ni se empeñe en hacérnoslo conocer.

Con este pensamiento, le hice otra pregunta:

—¿Y Ollanta es la mejor obra musical peruana?

—No. porque aparte de lo nativo el resto tiene gran influencia italiana.

—Y Ud. ¿qué influencia tiene? — le pregunté.

—¿Yo? Ninguna. Mi música es única. Yo, como Beethoven o Tschaikowski he tomado el tema folklórico como fuente de inspiración. Si ellos tienen su música, por qué no he de tenerla yo?

Quise seguir interrogando, pero este nuevo sesgo y una frenada del automóvil en el que viajábamos me hizo callar. Descendimos y asistimos a la recepción en un Instituto Militar, donde jóvenes uniformados no pudieron aplaudir el paso de la diva, porque estaban en posición de "atención"

EL PREMIO NOBEL QUE SE LO DEN A IMA SUMAC.

Al regreso, Vivanco relató que en un diario de Paris, publicaron una entrevista al Presidente francés, hecha por un buen reportero. Al finalizar la entrevista le preguntaron al Mandatario.

—¿Esta Ud. enterado de que se le ha propuesto para recibir el premio Nobel?

—Lo sé — afirmó el francés — pero preferiría que se le diesen a Ima Sumac

               Esta anécdota, de ser cierta, revela la honda admiración que sienten por ella en el extranjero, razón sin embargo no suficiente para justificar la altiva actitud de nuestra compatriota.

ELLA NO SE INCLINA ANTE NADIE.

Vivanco, contó otra anécdota:

— Cuando Ima iba a ser presentada a la sociedad norteamericana en la casa de Miss. Blackwell, dueña de algunos billones de dólares, el maestro de ceremonias fue a instruir a Ima sobre lo que tenía que hacer. Ud. se inclinará así ante los Duques — le enseñó. A la sazón — continuó Vivanco — los Duques de Windsor eran los encargados de la presentación. Ima no quiso aceptar este detalle. "!Ima no se inclina ante nadie!" fue su femenina respuesta. La ceremonia casi fracasa. Al fin, la presentación se realizó, más fueron los Duques quienes se inclinaron ante Ima".

APENAS ES MILLONARIO

—¿Es cierto que Ud. ha comercializado nuestra música? le pregunté a Vivanco, en otro momento, mientras Ima me miraba de reojo, fugaz, irresistiblemente

—No. Cuando la comercialice voy a ganar mucho dinero.

—¿Todavía no lo ha ganado?

—No. Apenas soy millonario. Momentos después, ya en la casa de Inca Ripac, su secretaria, una rubia sosa, le alcanzó un gigantesco talonario de cheques.

— ¿Here? — preguntó Vivanco —y firmó un cheque amarillo, no sé por qué cantidad.    

Vivanco me manifestó haber recorrido el Perú en busca de temas musicales auténticos. Afirmó que, lo que hoy parece nuevo para la técnica moderna de composición ya la conocían nuestros indios, muchísimos siglos atrás. Las antaras, por ejemplo — dijo — con los medios tonos que es la base de la composición moderna — abundan en el Perú. Allí tenemos el "antecc" que es un instrumento increíble por su variedad tonal".

Hasta aquí llegamos en nuestra conversación. Unas veces al paso y otras al galope, bebiendo whisky, mirando la hora y hasta jugando "solitario" mental. 

EL PROBLEMA DEL INDIO Y EL CAPITALISMO.

     La pareja Vivanco-Súmac está norteamericanizada al sumun. Hablan en norteamericano, se visten como los norteamericanos, comen como norteamericanos, han triunfado con publicidad norteamericana, Papushka es norteamericano, son millonarios norteamericanos. Sin embargo, "sentimos en carne propia — dijo Vivanco — el problema del indio". Y agregó, no sé si dándose cuenta de lo que decía:

     —Yo he enseñado a muchos a ser indigenistas. Y estoy seguro de que en los últimos veinte años, nadie ha sufrido ni sentido el problema del indio más que yo”

"ADIOS, VIEJO Y PERDONA"

       Hasta hoy no me ha tocado entrevistar a ningún personaje que haya alcanzado las cuatro octavas de la Fama, como lo ha hecho Ima Súmac, pero a juzgar por lo que con ella me ha sucedido, el conversar con un personaje famoso es hasta cierto punto imposible. La cita nunca llega, la entrevista no se concreta. Hay que usar ardides. Soportar esperas. Y otras cosas más. A pesar de todo, esta entrevista tuvo su fin. No vale la pena relatar cuándo ni cómo.

           —Adiós, viejo, y perdona — me despidió Vivanco en la puerta de su casa — el tiempo nos falta. Ya tú ves. Para otra vez será.

     —Si, para otra vez será — le contesté yo románticamente. Y agregué, para mis adentros: —Te esperamos, Vivanco. Y a ti también Ima Sumac.

Manuel Jesús Orbegoso