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Licenciado en Educación - Historia por la UNMSM y diplomado en Estudios Musicológicos Peruanos por el Conservatorio Nacional de Música. Estudios de Musicología en el Conservatorio y en la Universidad de Ginebra. Publicaciones: - El Misterio del Cóndor - Método de Guitarra Andina Peruana - Diversos artículos en revistas y periódicos. Conferencia Magistral sobre El Cóndor Pasa… en el VI Congreso Internacional de Peruanistas en el Extranjero. Georgetown University (ATP) Y diversas conferencias en el país. Actualmente está enfocado en investigar la historia de la música popular en la ciudad de Lima.

domingo, 25 de febrero de 2018

CARLOS ALBERTO SACO HERRERA: Aportes a su biografía y su obra

Carlos Saco

         El 25 de febrero de 1895 nació Carlos Alberto Saco Herrera, uno de los más grandes músicos peruanos. Fue hijo de Tulio  Saco Flores  y Ricardina Herrera. Su abuelo paterno fue Juan Pascual Saco  Oliveros (1795-1868) ,ministro de Guerra y Hacienda del Perú durante el gobierno de Echenique. 

Nuestro amigo, el  investigador Darío Mejía ha publicado abundantes datos sobre su vida y obra en: 


Según Manuel Zanutelli en la Guía domiciliaria de Lima, Callao, Chorrillos, Barranco y Miraflores, que público en 1896 Camilo Carrillo figura el nombre de su padre, Julio H. Saco, con residencia en la Calle Paz Soldan N° 42 en el Callao. A los pocos años la familia se trasladó a vivir a Lima. Atraído por la música, aprendió a tocar guitarra. Un español conocido en Lima por haber pertenecido a una compañía de teatro, fue su maestro. Lo llamaban "El tuerto Chalao", a quien, en reciprocidad Carlos Saco le enseñó a jugar billas en uno de los humosos salones limeños de medio pelo. Pero Saco quiso aprender también a tocar piano y aprendió tanto que cuando se solicitó su concurso para trabajar como pianista en la academia de baile del negro Roberto Cox -academia de música internacional- no tuvo ningún inconveniente para aceptar.(Zanutelli 1999:42).

     Carlos Saco tuvo siete hijos con doña Victoria Rivas Pinedo. La primera, Obdulia Artemia Saco Rivas nacida el 20 de enero 1915,  cuando Carlos Saco tenía diecinueve años de edad y vivía en el jirón Arequipa Nº 970. Sus otros hijos fueron Pelegrina, Lindaura, Carlos, Ricardina, Julia y Reneé, según consta en los libros de partidas de nacimiento que se encuentran en el Archivo General de la Nación.

Firma de Carlos Saco - AGN


Lo curioso es que cuando declara a su primera hija, en 1915, a la pregunta: "profesión u ocupación" responde "MÚSICO", mientras que cuando declara a su segunda hija, Pelegrina, en 1918,  afirma ser "armero" y cuando, en 1920, declara a Ricardina afirma tener como profesión u ocupación "mecánico".

Foto: Family Search


      En 1917 ya debió ser un músico conocido ya que graba como acompañante de guitarra 43 canciones para la Victor Talking Machine Co. Se puede ver más en:

     Las grabaciones se realizaron entre el 22 de agosto y el 16 de setiembre de ese año. Saco acompañó con su guitarra a los dúos Gamarra - Catter, Gamarra - Miranda, Gamarra - Marini y Llaque - Marini. TAmbién a las Hermanas Soto Gonzáles, las Hermanas Anselmi, las Hermanas Arata y al cantante tarapaqueño Juan Bautista Cárdenas. Carlos Saco acompañó con su guitarra valses, marineras, yaravíes, huaynos, polkas, pasillos, one step y canciones diversas.

CARLOS SACO  - GRABACIONES

8/22/1917
Recuerdos de un día
Vals
Alfredo Catter - Carlos Gamarra
8/22/1917
Lamentos
Vals
Catter - Gamarra
8/22/1917
Bella petita
One-step
Catter - Gamarra
8/22/1917
Amor primaveral
Vals
Catter - Gamarra
8/22/1917
Noche de luna
Vals
Gamarra - Miguel Miranda
8/22/1917
En tu día
Vals
Gamarra - Miguel Miranda
8/24/1917
Noche clara
Serenata
Alejandro Llaque ; Modesto Marini
8/24/1917
Pienso en tí
Vals
Llaque - Marini
8/24/1917
Gloria al guerrero
Vals
Llaque - Marini
8/24/1917
Hortensia
Vals
Llaque - Marini
8/24/1917
Ecos del hogar
Vals
Llaque - Marini
8/24/1917
Tempestad
Vals
Llaque - Marini
9/5/1917
La hora griz
Vals 
Hermanas Soto Gonzáles
9/5/1917
Las mariposas
Vals 
Hermanas Soto Gonzáles
9/5/1917
Francia
Vals 
Hermanas Soto Gonzáles
9/5/1917
Amor y libertad
Vals
Hermanas Soto Gonzáles
9/5/1917
María
Vals
Hermanas Soto Gonzáles
9/5/1917
El último beso
Vals 
Hermanas Soto Gonzáles
9/5/1917
Salcabambino
Huaynito
Juan Bautista Cárdenas
9/5/1917
Separación
Huaynito quisurino 
Juan Bautista Cárdenas
9/11/1917
Ollantay
Canción incaica 
Hermanas Anselmi
9/11/1917
Serenata de Pierrot
Canción
Hermanas Anselmi
9/11/1917
La palomita
Yaraví
Hermanas Anselmi
9/11/1917
El jazmín
Canción
Hermanas Anselmi
9/12/1917
Contradicción
Canción
Hermanas Arata
9/12/1917
A las montañas iré
Yaraví incaico
Hermanas Arata
9/12/1917
El olvido
Vals
Hermanas Arata
9/12/1917
María de Jorge Isaacs
Canción 
Hermanas Arata
9/13/1917
Trovador
Vals
Gamarra - Marini
9/13/1917
Luis Pardo
Vals
Gamarra - Marini
9/13/1917
Margarita
Vals
Gamarra - Marini
9/13/1917
Aurora
Vals
Gamarra - Marini
9/13/1917
Esa noche
Vals
Gamarra - Marini
9/13/1917
Amor profundo
Vals
Gamarra - Marini
9/14/1917
Alejandrina
Vals
Gamarra - Marini
9/14/1917
Herminia
Vals
Gamarra - Marini
9/14/1917
Amor, amor
Vals
Gamarra - Marini
9/14/1917
La gitanilla
Polka 
Gamarra - Marini
9/14/1917
El arrullo
Canción
Gamarra - Marini
9/14/1917
Las palomitas
Polka
Gamarra - Marini
9/14/1917
Los cazadores
Yaraví 
Catter - Gamarra
9/14/1917
El jilguerillo
Triste
Catter - Gamarra
9/16/1917
Ángel divino
Vals
Hermanas Soto Gonzáles

     En este enlace se puede escuchar "Recuerdos de un día" cantado por el dúo Catter -Gamarra con el acompañamiento de Carlos Saco. El vals lo conocemos como "Ídolo":





     El 25 de diciembre de 1924 la revista "Mundial" publicó la partitura de "Cuando el indio llora" una de la más conocidas composiciones de Saco:

"Cuando el indio llora"

       Como se observa la partitura no lleva letra y entre sus composiciones es una de las que más grabaciones e interpretaciones tiene (Para mayores datos sobre esta composición ver lo publicado por Darío Mejia y José Félix García).

      "Cuando el indio llora" ha sido grabada en múltiples oportunidades. Se puede escuchar en estos enlaces en el canal de Darío Mejía en soundclound:



"Cuando el indio llora" Orquesta de Jorge Huirse:



      Manuel Zanutelli en su Canción criolla: memoria de los nuestro le atribuye esta letra:
Son los rayos del Sol
luz de vida en el ser
herencia paternal de amor y fe
de la tribu imperial

Cuando el sol oculta
su ardiente resplandor
es cuando el indio llora
trémulo de dolor:

Y convierte su llanto en notas de quena.
Muy grande es su dolor; el indio gime
por su Rey y señor:

La aldea duerme
y ya todo es bonanza
el sol no alumbra
y sus luces ya se han ido.

En el silencio de la noche,
sin estrellas,
el indio llora, ´
el indio gime por su Dios
    En "El Cancionero de Lima" se encuentran diferentes versiones de la letra.
    
"El Cancionero de Lima" nº 544
Colección Carlos Cerquín

    En el nº 545 de ese famoso cancionero aparece "Cuando el indio llora" con letra de Alberto Condemarín:

"El Cancionero de Lima" nº 545
Colección Carlos Cerquín


     Cuando en junio de 1925 se inaugura Radio Nacional, Carlos Saco ofreció varias audiciones tocando el piano y la guitarra. 

El 6 de junio de 1926 "La Crónica" publicó esta nota:


BREVE CHARLA CON EL COMPOSITOR CARLOS SACO

SU IGNORANCIA DE LA MÚSICA.- COMO SE ESCRIBEN SUS OBRAS.- SUS 25 PIEZAS DE MÚSICA LIGERA.- SU EDAD Y SU PESO.- CARLOS SACO EN EL PIANO .- GARLOS SACO CON LA GUITARRA.- UN CREADOR DE LA BELLEZA.- HOY DARÁ SU FUNCIÓN DE BENEFICIO

Todo Lima conoce, por lo menos de nombre a Carlos Saco, autor de veinticinco piezas de música bailable, entre las que figuran “El zorzal”, “Las cautivas”, “Suspiros”, “Caída del Sol”, “cuando las rosas caen”, “Murmullos”, “Cuando el Indio llora”, “El Pellejito”, “El elegante”, “En el cabaret”, “El caprichoso”, “Atahualpa”, “El Ucayali”, “El Picaflor”, “Cecilia”, “En las alturas”, “El quitasueño”, “El zancudito”.
¿En cuál salón de Lima no se ejecuta ya sea en piano o en pianola todos o algunos de estos jazz-camel, one step y fox-trots?
¿Quién en Lima no ha bailado al compás de la música de Saco?
Carlos Saco conocido nuestro desde hace muchos años, se reveló hace apenas tres o cuatro como un notable compositor de música ligera, a tal punto que en nuestro medio, por el colorido y la marcada tendencia incaica de esta su música, gusta tanto o quizás más que la, música bailable americana.
LA CRÓNICA quiere ser el primer periódico en presentar al público desde sus columnas a Carlos Saco y lo hace sin prejuicios y sin más finalidad que exponer a sus lectores la personalidad del mismo como autor musical.
Para nosotros (y seguramente para todo el que le haya escuchado ya sea en el piano o la guitarra)  Carlos Saco es un artista.
-¿cuánto tiempo estudiaste música?
-Ni un día…
¿Cómo!
Yo no sé nada de música, apenas conozco las notas del pentagrama.
Carlos Saco, efectivamente, no conoce nada de la música. Sin embargo… ¡hay que oírlo! ¡Hay que oírlo en piano y en la guitarra! Su figura nos erá, no es, la de un Adonis, el mitológico personaje.
-¿Y quién te escribe la música?
-Un amigo mío, ante el cual ejecuto mis composiciones.
-¿Qué edad tienes?
-Tu pregunta es indiscreta. Para salir del paso te diré que no me acuerdo. Pero ¿sabes oye Don Máximo?, no pongas eso de la edad. Tengo 34 años.
-Bueno, estate tranquilo, no pondremos nada.
-¿Cuánto pesas?
-Uf, una barbaridad. Ayer me metí a una botica del Barranco y las pesas todas de la balanza no bastaron para calcular mi peso…
Como se ve, la conversación iba por un lado muy distinto. Pero es que el cronista necesitaba hacer tiempo para que Palma, el diligente fotógrafo, ayudante de Benjamín Puente, maestro de fotógrafos particularmente en el enfoque con magnesio, fuera preparando su máquina.
En nuestra Casa Carlos Saco era natural que le hiciéramos tocar, por lo menos una guitarra. Y alguien portó una hasta la oficina de la redacción.
Y Carlos Saco empezó a tocar…. Bueno, una vez más nos quedamos admirados de la admirable maestría de este hombre gordo.
Saco nació músico. Nació artista. Como todos los que carecen de cultura musical, Saco, naturalmente, no podía ser juzgado por críticos de refinada cultura musical. Pero, en este caso y para nosotros, hallamos que no es indispensable, que no precisa en este artista esa cultura que, por otro lado, sería imposible de la pudiera adquirir. Es lo cierto del caso que oyéndole su música ligera, movida, traviesa, cautiva el espíritu y no dan deseos sino de seguir escuchándole.
-¿ganas mucho dinero?
-No, hombre, que voy a ganar. Claro que vendo bien la exclusiva de mis obras; pero tengo familia y me gusta vivir bien. Pago casa cara. La vida está muy difícil. No diré que no me haya ganado algunos centavos o algunas libras en funciones teatrales. Antes de ahora he tocado en algunos cines y, como sabes, yo tocaba en los baños de Barranco.
Ahora estoy por celebrar un contrato con la OAX , en donde ya he tocado varias veces, con éxito, según me han dicho.
-Con éxito positivo-rectificamos nosotros.
-Pienso hacer una gira por la República, en cuanto termine ciertos compromisos…
-¿Por cuál de tus composiciones sientes más cariño?
-Por todas. Ya te digo que he compuesto veinticinco piezas. Sin embargo me parece la más expresiva “En las alturas” que he dedicado al aviador peruano Baltasar Montoya, después de su raid Lima-Puno. ¿No la has oído?
-No.
Y en la guitarra (en piano debe sonar mejor desde luego) ejecutó “En las alturas” y tan altos nos vimos que nos creímos en pleno raid.
Miedo tiene el cronista en llamar genio a Carlos Saco, sin embargo lo cree un genio. Salvada la enorme distancia entre Richard Wagner y Carlos Saco, plantea el cronista: ¿Es que saco necesita componer óperas para ser, sin saber ni siquiera las notas del pentagrama un creador de la belleza? Esa maquinita bailable de jazz, fox, one y tango tiene en Carlos Saco un formidable creador.
Y para la mayoría de las gentes, de las gentes que se divierten, que bailan, que cantan, que silban y tararean en sus casas, en las calles la música de Saco ¿no es ésta acaso un genio?
Va al taller esta crónica volandera, escrita a razón de noventa palabras por minuto y al correr velocísimo del carro de la Underwood. Mil perdones pedimos al lector por las incoherencias que sin duda hallará en ella.
Carlos Saco, según se verá en suelto que aparece en otro lugar de este número ofrece esta noche en Barranco su función de beneficio.
DON MÁXIMO
CARLOS SACO, el  compositor nacional que ofrece hoy en Barranco su función de Beneficio. 
        En nº 585 "El Cancionero de Lima" apareció una canción dedicada a Saco lo que es una muestra de su popularidad en esa época

"El Cancionero de Lima" nº 583
Colección Carlos Cerquín
 
     En 1928 participó en el Concurso Nacional en Amancaes. La revista "Mundial informó su participación de esta manera:
Primera audición eliminatoria: Dio comienzo a la segunda parte el conocido Carlos Saco, producto integral del medio musical popular limeño, caracterizado por una languidez en que vienen a desvanecerse los sentimentalismos de todas las razas encontradas. Saco es un espontáneo, rico en lo que se puede llamar la veta común  de temas musicales que los oyentes reconocen como propios, pero sólo cuando él los ha dado a luz. Ya veremos a Saco en lo suyo—bailables y ritmos costeños. Esta vez solo presentó un yaraví y un huayno que para él significan un esfuerzo extraño a lo que siente. ("Mundial" 15.06.1928).

    
    Carlos Saco tocaba en el Casino de Barranco y también en OAX 4A (Radio Nacional). José Félix García ha dado a conocer el programa del 17 de enero de 1934:
de 6 a 7 Carlos Saco ejecutará el siguiente programa:
Desilusión — Vals — Guitarra.
Trule Fox trot — Piano
Huertanito — Rumba — Guitarra.
Marisabel — Vals — Guitarra.
Cuando miran tus ojos — Vals — Piano

   Saco participó en el Concurso que se realizó  con motivo del IV Centenario de la Fundación de Lima. Lo hizo con su conjunto "Los limeños" actuando en el teatro Ideal el 20 de enero de ese año. También actuó el día 24,  en el Teatro Manco Cápac. En "La Crónica" de ese día se anuncia a "los malambinos de Carlos Saco".

     Falleció el 18 de febrero de 1935. El día 19 "La Crónica" anunció su deceso en éstos términos:



     Felipe Pinglo le rindió homenaje mediante el vals "Bohemia de Luto" publicado en el Nº 1053 de "El Cancionero de Lima"

"El Cancionero de Lima" Nº 1053
Colección Brandon McGrafth


     Todavía no conocemos el total de la obra de Carlos Saco. Para terminar esta pequeña nota en su memoria mostramos Algunas de sus partituras:

 - "Cuando las rosas caen" Fox-trot , publicado en la revista "Mundial" el 20 de marzo de 1925:




 Pueden escucharla aquí:


- "Suspiros"



    - "La caída del sol"

Colección Dante Guzmán


    - "El zorzal"

Colección Dante Guzmán


Mas sobre Carlos Saco:

-Carlos Saco 1ª parte.









domingo, 24 de diciembre de 2017

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ: EL PAPEL DE LOS POETAS Y MÚSICOS - I

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ: 

EL PAPEL DE LOS POETAS Y MÚSICOS - I

En la reseña que María Blondet hace del libro La historia de la corrupción en el Perú[1] de Alfonso Quiroz, señala:

"Quiroz define la corrupción como el mal uso del poder político burocrático por parte de camarillas de funcionarios coludidos con mezquinos intereses privados para obtener ventajas económicas o políticas contrarias a las metas del desarrollo social mediante la malversación o el desvío de recursos públicos y la distorsión de las políticas e instituciones. Es decir, corrupción es el abuso de los recursos públicos para beneficiar a unas cuantas personas o grupos, involucra explícitamente el poder y la política, al sector público y al privado y su efecto en políticas, instituciones y en el progreso del país. (…).
A lo largo de la historia que cuenta Alfonso Quiroz se puede ver con claridad cómo, en lugar de irse construyendo un Estado republicano con leyes y marcos normativos adecuados, con funcionarios que hacen cumplir la ley y con ciudadanos que van aprendiendo a sentirse parte de una sociedad incluyente que los considera, a diferencia de esto, se va perfilando y consolidando un Estado sin derecho, en el que las leyes están dadas para no ser cumplidas, y donde las formas patrimoniales del poder se van remodelando y recreando en cada periodo de la historia. La corrupción atenta persistentemente contra el desarrollo nacional y se pierden importantes oportunidades para lograrlo"[2].


     Uno de los capítulos del libro se refiere a la firma del contrato Dreyfus, momento de crisis al final del período del guano y del salitre. En esta nota vamos a reproducir una sátira política, escrita por el catedrático universitario, político, escritor y periodista peruano, Francisco Flores Chinarro, nacido en Ica el 4 de Octubre de 1838 y fallecido en Tarma el 19 de enero de 1889, quien en 1868, siendo diputado por la provincia de Ica, destacó por su oposición a la firma del "Contrato Drefus"[3].

Francisco Flores Chinarro

Esmeralda González Castro, la escritora y poetisa peruana conocida con el seudónimo de Serafina Quinteras lo incluyó en su antología de escritores costumbristas y humoristas. De esa obra citamos "la guerra de los ratones" y, antes, un fragmento de la obra mencionada:

 “se exhibe Flores Chinarro como un crítico que no temía a los poderosos. Como que se opuso a ciertos actos gobernativos que consideraba inconvenientes para el país, así fue como combatió el “Contrato Grace” [sic], lo que le costó una prisión” (Quinteras 1990:184-185).

LA GUERRA DE LOS RATONES

En cierta madriguera,
de perniles y quesos muy provista,
suscitóse una vez ¡quien lo creyera!
una guerra feroz y nunca vista.
La causa de la lucha se atribuía a que "Diente-Sutil",  
el despensero, los perniles y quesos repartía
sin guardar para el tiempo venidero.
La ratonesca gente
murmuraba en secreto y sordamente
al ver el despilfarro
con que el ratón zamarro
el bienestar común comprometía.
Con no poca alegría,
la situación, de lejos, observaba
un ratonazo viejo
a quien el pueblo todo reputaba
por varón de consejo.
Este, luego que vio que el descontento
rápido se esparcía
y que si él no acudía, a la luna de Paita se quedaba,
—" ¡A las armas! —gritó— ¡Basta de escándalo!
El despensero es un bribón, un vándalo.
¡Pueblos, a mí, que soy moral y recto”
Y el pueblo, que era un bobo,
oyó su voz y lo siguió en efecto.
Dividiéronse en bandos los ratones
y trabóse la lucha: mientras tanto
de quesos y jamones
jalaba su tirita hasta el más santo.
Al fin de mil maniobras militares
y de morir ratones a millares,
consiguió "Masca-Fierro"
derrotar en batalla a "Sutil-Diente"
y hacerse despensero
con general aplauso de la gente.
—" ¡Este sí que es honrado!
—exclamaba la turba cortesana—
¡Vivamos sin cuidado,
no hay que temer por hoy ni por mañana!"
Al principio, no hay duda, "Masca Fierro"
se portó como un hábil despensero;
mas, poco a poco, quesos y jamones
fueron desapareciendo,
sin saber los ratones
por dónde se iban yendo.
Hasta que al fin, exhausta la despensa
sólo encontróse... vaciedad inmensa.
Pueblos he conocido
a quien el mismo caso ha sucedido.


Referencias:
Quinteras, Serafina (1990) De la Misma Laya, antología de costumbristas y humoristas peruanos, J.C Editores, Lima 1990.





[1] IEP, Lima 2014
[2] En: Argumentos, N° 2 Mayo de 2013

miércoles, 26 de octubre de 2016

Muerte y resurección del criollismo

“DIJO BIEN el que dijo que la gracia y originalidad de nuestros cantos populares ha muerto”:
1866-1870 muerte y resurrección del criollismo.

                La Conga, una de las tradiciones de Ricardo Palma, hace referencia a un texto poco conocido de Abelardo Gamarra “el tunante”: EL PIANITO AMBULANTE[1] quién en ese artículo describe los cambios que se dieron el en cancionero popular peruano entre los años 1866 y 1870, cambios que significaron la desaparición de “tonadas y aires de la tierra”  debido a que se pusieron en boga polcas, habaneras, y valses.

Debo llamar la atención sobre la falta de estudios sobre la música popular durante los primeros  años de nuestra vida republicana. Las décadas de 1820 y 1830, fueron de una gran inestabilidad política y económica: La campaña libertadora fue seguida por un período de luchas entre los caudillos militares. Hasta mediados de la década de 1840 era frecuente ver
“el espectáculo de republicanos del Perú, maniatados por las calles, maltratados y vejados por sus mismos paisanos armados, y sepultados en los cuarteles destinados a morir en los campos de batalla, sin saber porque causa, arrancándoles de los labios vivas, a nombres de hombres desconocidos por ellos”[2]
                Con la llegada al poder de Ramón Castilla y los ingresos obtenidos con la venta del guano de las islas, se inició un período al que Basadre denominó “la  prosperidad falaz”. Como señalé en un artículo anterior, el estado usó parte de los ingresos por el guano para fomentar el proyecto modernizador de las élites liberales. El estado se convirtió en promotor del romanticismo en el Perú (Denegri 2004:34). La bonanza económica hizo que el país se convirtiera en un atractivo para grandes solistas y compañías de ópera quienes comenzaron a brindar conciertos y temporadas de gran éxito. Una parte de los sectores populares asistía a estos espectáculos, la “cazuela” prácticamente estaba reservada para ellos y las músicas encontraron eco y se popularizaron reemplazando a algunas de las existentes. Esos cambios, ya notorios a fines de la década de 1860 (en una sola década, el presupuesto estatal se multiplicó de cinco millones en 1850 a 21millones de pesos para el año fiscal de 1861), fueron los que describieron Palma y Gamarra, por eso pongo a disposición de los lectores el texto completo de Gamarra para su respectivo estudio y análisis.


[1] Este texto fue publicado en En la ciudad de pelagatos, Lima PEISA,  1973,  que es una complicación de algunos “artículos de costumbres” que escribiera Gamarra a lo largo de más de treinta años.
[2] Carta del vicario de Huaylas José María Robles Arnao, al prefecto del departamento de Ancachs “El Comercio” 3 de marzo de 1845



EL PIANITO AMBULANTE

ABELARDO GAMARRA


"Ea pues vamos a  ver
quién se lleva la bandera
si los dueños de la casa
o los que vienen de afuera”

Así cantaba nuestro pueblo ahora años, cuando tenía aquella gracia y originalidad que imprimía su sello en todo. Hoy puede cantar:

"Se quebró la jarra de oro
y ya no tiene remedio
…………………………………"

Allá por el año 1866 aún no había en Lima para diversión de muchachos otra música que los tutilimundi, y el 67 o 68 apareció el primer pianito ambulante y con él acabaron los buenos rasgueos de guitarra y finalizó el cajón, pues hoy el golpe del padre Chueca no se usa ya sino en tambarrias de ínfima clase.
Las señoritas de medio pelo y las del coco, tienen sus alegrías a golpe de manizuela.
- 176-

El pianito ambulante denota cierta aristocracia entre gente del pueblo.

“Una, dos,  tres y cuatro,
cinco y un cero
así se llevan la plata
los extranjeros".

Con esa musiquilla, también se ha dado al traste con la guara y el zapateo, porque sus marineras sin fuga o sus fugas sin primeras, no se prestan para un vale cuatro,
Andan por consiguiente dados al vals los macuitos y las de arroz quebrado, y es cosa de verlos voltejear al son de los descompasados vals de los pianitos ambulantes, la mayor parte de los que no son otra cosa que matracas con teclado,
Le digo a U. que se va acabando la gracia en esta tierra; y como antiguamente Lima daba el tono a los demás puntos de la República, va desapareciendo la multitud de tonadillas de otros tiempos o permanecen en un estacionarismo decadente.
Piura no sale de su tradicional "San Miguel"; ni Chiclayo de su mozamala:

"De Lambayeque a Chiclayo
corre el caballo Zapata;
quinientos soles en plata
sin excepción ...  de caballo".

Un poco más acá, se han estacionado en la otra tonadilla:

177

"Si quieres comer iguana
yo te la saldré a buscar
a las orillas del río
se salen a … rebuscar”.


Algo más acasito, andan firmes en su

"Cualquiera cuando a cualquiera
siguiera cuando delira;
pero Ud. ña Casimira,
ni siquiera... ni siquiera".

En Trujillo han hecho plantón en "La Manonga Bustamante".
Lo que es en Loreto probablemente andarán cantando todavía:

“Don Bracamonte
tiene una lora y
la mantiene
con mazamorra".

No me parece que en Amazonas anden mejor parados, allí supongo que cantarán todavía:

"Al Ecuador me voy madre
y échame…  tu bendición 
¡ay! si, ¡ay!
no que me voy al Ecuador".

En Pelagatos cantan aún:

"Cuando los gentiles hombres
formaron torres de vidrio
cuando mi madre nació
mi abuela no había nacido".

- 178 -

"El hombre que anda de noche
sabe lo bueno y lo malo:
sabe dónde canta el perro
sabe dónde canta el gallo".

Cerca de Huaraz cantan:

"Por el mundo ando rodando
no hay mujer que me aborrezca,
hasta las chicas me dicen
te he de querer… cuando crezca”.

En Huánuco no salen todavía de:

“Amor de forastero
no dura nada:
ensilla su caballo
se va mañana”.


En el interior talonean con:

"Arbolito de manzana
verdichay
cuya rama plante yo
chunquitay
otro te estará gozando
verdichay
y el que te plantó ya no".

Cerca de San Pedro, cantan:

"Malaya el amor,  malaya
y el amor malaya seya,
si el amor ha de ser causa
que yo perdido me vaya".

- 179-

En todo lo que se llama costa abajo, de donde han salido tan picarescas mozamalas y tonderos de rechupetes, hoy no salen del viejo:

"¡Ayyy! para que quiero la vida
iayyy! si contigo no la gozo,
¡ayyy! si contigo la gozara
¡ayyy! yo me llamaría dichoso".

“Arrímate cobarde
junto a esa niña,
hazle una guiñadita
con la rodilla",

"Eres enamorado
pero cobarde,
corazón de mosquito
métete a fraile".

"Me baño de mañanita
en el mar y en la corriente,
 para ver si se me quita
este amor tan… permanente”.

“Corazón de avellana
pecho de almendra,
limón azucarado
quien te comiera”.


"Toma este puñalito
y ábreme el pecho,
y verás tu retrato
si  está bien hecho”.

No salen de esas tonadillas viejísimas y de los versos llenos de malicia que compusieron los que tuvieron sal en otro tiempo.

 - 180-

Nada digo del sur, porque si hemos de comenzar por el desventurado Tarapacá, me supongo que allí todas serán leseras y ñoos empalagosos
Más acá corren parejas con el norte y me temo que en Puno anden cantando todavía:

“Anda vete, anda vete
barbero loco,
que mi madre no quiere
ni yo tampoco”

El centro canta con Lima:

“Palmero sube a la palma
y dile a la palmerita,
que se asome a su ventana
que mi amor … la solicita”

Son los versos que hace años viven porque ningunos otros han venido a sustituirlos pues los que se han compuesto después no han sido sino unas verdaderas simplezas o descomunales deshonestidades.

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Con el pianito ambulante desapareció la popular guitarra, el charango de rompe y rasga y el arpa deliciosa.
Agréguese a esto que nos importaron las zarzuelas y las operetas bufas, que el pueblo invadió la cazuela y con este melón se llenó el cerrón: nuestras morenitas de linda voz, nuestros cantores populares se encariñaron con la Mascota y el Bocacho y el Cocacho y Mignon y la FiI de madama no sé cuántos, y dándoselas de primadonas las unas y los otros de tenores, aprendieron los libretos y en cada callejón tenemos artistas que cantan el credo.
Ítem más, se les antojó poner en son de marinera todos los dúos, solos y serenatas de las obras que hemos indicado y ha resultado más de un adefesio soberano.
Culpa toda del pianito ambulante: de ese instrumento chillón, bullanguero, desacompasado, sin armonía en que cada tecla parece saltar sobre la cuerda, con un sonsonete infernal, algo así como un teclado metido dentro de una petaca.
En el Callao, esa tierra del pueblo alegre y de chispa, tierra de las más lindas mozamalas y de los tonderos y marineras capaces de resucitar los pianitos ambulantes, y es peste la que allí hay de ellos: todo se vuelve manizuelas.
A esa decadencia corresponden las observaciones que otro aficionado a estudiar costumbres ha hecho en una de nuestras repúblicas hermanas, diciendo con sobrada justicia ni más ni menos que lo que nosotros dijéramos.

Nápoles tiene sus dulces y cadenciosas man-182-dolinatas. Andalucía sus picarescas o sentimentales malagueñas, peteneras y boleros; los pueblos vasco-navarros sus verzolaris; Galicia sus primitivas muñerías; los pueblos del centro de la Italia sus idilios patrióticos y sus amantes cantos de despedida, al partir para la guerra. Nosotros hemos llegado a tal corrupción filarmónica popular, que hemos quedado reducidos a las tremendas e inaguantables cumbiangas, cantadas con voz nasal, en un mongongueo tan fastidioso y monótono como un día de lluvia, esbozados sobre una melopea capaz de crispar los nervios más bien templados.
Hacemos la caricatura de la música bastardeando nuestros propios sentimientos y nuestras propias costumbres. Se han perdido para siempre aquellos antiguos aires nacionales, todos esos cantos que hacían una especie de repertorio nacional, han pasado a la categoría de las cosas archivadas en los museos, cubiertas del polvo fino que el tiempo va acumulando sobre ellas, como se van acumulando las capas de tierra que constituyen las formaciones geológicas.
Aunque la poesía y la música de otra época no eran delicadas ni sentimentales, demostraban por lo menos cierta cultura, cierta galantería del hombre hacia la mujer, quedaba aunque superficialmente, la nota de la pureza de costumbres de nuestro país.
Allá por los años de 1868 o 70 comenzó para nosotros la importación inmensa de aires cubanos, las habaneras se repetían con una profusión tremenda, con sus palabras indíge-183-nas, sus cadenciosas melopeas, sus ritmos originales y picarescos, ardientes explosiones de amor rimados sin ton ni son, caprichosas confecciones de corazones quemados por unos ojos siempre negros y siempre arrebatadores.
Desaparecieron entonces por completo los aires criollos para dar paso a esos aires importados cortados por la misma tijera.
En medio de aquella inundación de cantos españoles, se oía, sin embargo, de vez en cuando, surgir algún aire criollo.
Pero se había declarado el descenso de nuestro gusto nacional y poético popular. Ya no se cantaba delicadamente a la mujer, ni a su belleza ni a su amor.
El canto del tocador de guitarra en las trastiendas e improvisador de versos cojos, mancos y tuertos, con consonantes traídos de los cabellos, luchando en cruda porfía por meterse en los límites de las cesuras, empezó a prevalecer de una manera tan caprichosa que no quedó siquiera el recuerdo de los antiguos cantares populares.
No se vaya a suponer que tengo la rara idea de implantar aquí una cátedra de moral popular, ni que quiero meterme a Redentor, porque no se me ocurre que me crucifiquen, pero quiero sí, hacer notar que en vez de mas educando, perdemos diariamente el ciento por ciento de aquella cultura moral que nos dieron nuestros buenos padres.
Si hubiéramos de medir la educación popular por los cantos y la música del pueblo, estaríamos más abajo que los demás países.

- 184 -

Son cosas de la civilización!... dice el escritor a que me refiero; pero yo agregaría que también son cosas aquí de la pobreza, porque cuando el estómago anda mal no está para gracias ni para nada, de allí que, después de la "Ferrolana" del tiempo de Echenique, de la "Conga" del de Balta, hayamos quedado estacionarios.

El último de los presidentes que ha tenido su cantarcillo pasable fue Montero:
"La ropa de S. E.
no  se lava con jabón se lava
se lava con concha de ámbar
que penetra…  al corazón".

Hoy,  estamos en plena prosa: nuestras desgracias nos han dejado como nuevos.

"Pudiera ser que algún día
con las mudanzas  del tiempo" .
...........................

No queda más recurso que
El pianito ambulante
y golpe a la manizuela
que una cosa es con guitarra
y otra cosa es con vihuela.

"Los amores de Juana
me tienen loco
yo me muero por ella
y ella… tampoco".

-185-

No sigo porque me precipito, y Uds. saben que al que toca y al que canta, se le seca ... la garganta.

Con que:

Tanto que escribo rasgos
 y nada tomo
como  si mis pulmones
fueran de plomo.

Tomaré, pues, descanso y sigan Uds. cantando lo que gusten; aunque no me despediré de mi lectora sin recordar el verso que se canta en mi tierra, y va con ella:

Tienes una boquita
tan colorada
que se parece al dentro
de una granada.

Tienes unos ojitos
tan embusteros
que aunque nada me dicen
me están diciendo.

Tienes ¿pero qué tienes?
No tienes nada
porque lo que tú tienes
lo tengo en mi alma.


Y andar.