"La Crónica" 5 de diciembre de 1974 |
Hijo del comerciante jaujino Juan Makino y de Susana Tori (en su juventud ejecutante del shamishen, instrumento japonés de tres cuerdas), Juan Makino Tori nació en la ciudad de Jauja el 24 de junio de 1921. En su tierra natal, donde vivió su infancia y parte de su juventud, nutrió su espíritu con la música del lugar.
En 1945, en el teatro "Alhambra" del Callao debutó artíticamente cantando la música del Centro del Perú. En Lima organizó la "Compañía Huanca" y debe ser considerado uno de los pioneros de la música andina.
A continuación se reproduce una nota, aparecida en el diario "La Crónica" el 5 de diciembre de 1974, que aporta interesantes datos sobre su vida.
De lunes a sábados, trabaja como empleado en una notaría limeña. Pero, los domingos se transforma en "El Samurái Cholo", un personaje del poco conocido mundo folklórico nacional y figura destacada en los coliseos y otros escenarios. Además, es compositor de música serrana.Sus facciones son tan orientales como las de cualquier ciudadano japonés, y también su nombre lo relaciona con el país del Sol Naciente, pero, Juan Makino Tori no es japonés: es tan peruano como Machu Picchu, nació en Jauja un 24 de junio —fecha en la que se celebraba el "Día del Indio"— en el año del centenario de la independencia, habla un poco de quechua y, además ... ¡Canta huaynos, mulizas y huaylash en el Coliseo Nacional! De padre y madre japoneses, fue uno de cinco hermanos. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Fiscal No. 501 de Jauja, y ya desde entonces mostraba su inclinación por la música serrana.UN MODESTO ARTISTA"Desde chiquito —dice— me gustaba cantar y bailar la música del lugar. Las maestras en el colegio lo sabían, y por eso yo era actor obligado en todos los programas que se preparaban con motivo de distintas celebraciones cívicas. También me hacían cantar en las reuniones familiares de mi casa, y me aplaudían mucho". En realidad, los aplausos han resonado en los oídos de Makino Tori, más conocido en el ambiente vernacular como "El Samurai Cholo", durante más de 30 largos años, en los que ha venido realizando algo así como una cruzada de promoción y difusión de nuestra música peruana.“Soy un modesto artista” dice él mientras hace pronunciada reverencia, mezcla de la japonesa con la que hace agradecer al público.Desde hace 40 años, pasa más tiempo en Lima que en Huancayo o JaujaUNA IMPORTANTE SIEMBRA...Durante su larga permanencia en la capital, ha formado diversas compañías folklóricas que, recorriendo diversas ciudades del país, dieron a conocer a los peruanos las canciones y danzas de otros peruanos de lejanos lugares.Precisamente, Juan Makino es señalado como el verdadero iniciador del movimiento artístico vernacular organizado en compañías folklóricas.En 1946 formó la compañía "Sumac Ticca", de folklore cuzqueño; al año siguiente fundó la "Compañía Huanca", de Huancayo, junto con Aurelio Navarro, a quien define como "un sacrificado e ignorado defensor de nuestra música vernacular".Más tarde creó también las compañías "Huanca Huamán", "Mantaro Huanca" y otras más que escapan a su memoria.El serrano de los ojos rasgados cuenta que comenzó a trabajar como artista folklórico difundiendo música y danzas cuzqueñas. Más tarde otras de la región del centro del país. Finalmente, se quedó con lo que le gusta más: la música huancaína."En realidad —sostiene— domino la música de casi toda la Sierra, así como sus bailes. Incluso en diversas ocasiones he llegado a cantar changanacuis y otra música de la selva y de la ceja de selva. Claro que aprender las características de cada tipo de música, de la variada vestimenta, y la formación de un repertorio, me ha costado muchos años de trabajo y también de investigación. Ahora puedo decir con orgullo que soy uno de los peruanos que más conoce de folklore serrano"."No es que quiera sentirme por encima de otros artistas —agrega—, tan trabajadores como yo, sino que la causa de mi orgullo está básicamente en haber demostrado a muchos que veían o ven en mí a un japonés por mis ojos 'jalados' que soy tan peruano como ellos. Y de repente más que ellos, porque el patriotismo, como todos sabemos, no está ni en el color de la piel, ni en la forma de los ojos, ni en el sonido del apellido ....LA MUSICA TRISTEPero, por otro lado, antes de cantar música serrana Juan Makino cantó tangos: "Lo hice simplemente porque me gustaba el canto como actividad, como totalidad. Como canté tangos pude también haber cantado boleros o cualquier otro tipo de música. Pero, cuando me convencí de que ser artista era mi destino, entonces tuve que escoger la que más me gustaba. Y opté por la música serrana. Mi música…”Juan Makino, el "Samurai con alma de cholo", como él mismo se define, también ha cantado valses y tristes. "Pero —aclara— me gusta mucho la música sentida, la música triste. La prefiero porque va más con mi temperamento. Por eso es que prefiero los huaynos y las mulizas. Especialmente las mulizas"En varias oportunidades, Makino ha dictado cursos en el Centro de Arte Nativo. "He colaborado con ellos especialmente invitado, y lo hice siempre con mucho gusto. ¿Quién no se siente contento de hablar de lo que le gusta? ", dice sonriendo casi hasta hacer desaparecer sus ojos. Hoy, después de toda una vida de formar grupos folklóricos y compañías que fueron centro de trabajo para muchos artistas vernaculares, Juan Makino Tori canta como solista.FALTA MAS APOYO …"A través de los años —dice con un destello de tristeza en sus oblícuos, movedizos ojos— uno se va desengañando. Por un lado, nunca el Estado ha apoyado en forma práctica y efectiva a los artistas folklóricos. Ahora, por ejemplo, se ha dado leyes que tratan de proteger lo peruano, pero la aplicación de esa ley no parece muy efectiva". "Ese dispositivo —dice— manda que por lo menos el 80 por ciento de la programación de los canales de televisión sea nacional, hecho en el país, y con elementos peruanos básicamente. Sin embargo, eso no le ha traducido en más trabajo para los artistas vernaculares. Cosas como ésta son las que nos desalientan a veces. " Señala que, por otro lado, los mismos artistas vernaculares tienen gran parte de la culpa por no unirse con armonía para plantear sus necesidades ante las autoridades competentes. "La Asociación que existe actualmente, parece que está cobrando nueva fuerza después de una época oscura. Ojalá puedan trabajar en armonía", afirma. Reitera que falta trabajo. "Sólo tenemos el Coliseo Nacional y el Coliseo Cerrado, que a veces se dedica a deportes", dice. Termina señalando que seguirá difundiendo el foklor, de acuerdo a lo que dice la letra de su huayno "El Samurai": "Soy el samurai alma de cholo, por eso canto con alegría/ provinciano soy a mucho orgullo, nacido en Jauja, ese gran valle/ Por donde vaya, voy pregonando sus tradiciones y sus canciones/ Llevo en el alma el sentimiento de sus mulizas y sus huaynitos".
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