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Licenciado en Educación - Historia por la UNMSM y diplomado en Estudios Musicológicos Peruanos por el Conservatorio Nacional de Música. Estudios de Musicología en el Conservatorio y en la Universidad de Ginebra. Publicaciones: - El Misterio del Cóndor - Método de Guitarra Andina Peruana - Diversos artículos en revistas y periódicos. Conferencia Magistral sobre El Cóndor Pasa… en el VI Congreso Internacional de Peruanistas en el Extranjero. Georgetown University (ATP) Y diversas conferencias en el país. Actualmente está enfocado en investigar la historia de la música popular en la ciudad de Lima.
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lunes, 12 de mayo de 2025

LA CONCHA'E PERLA: ¿MARINERA, TONDERO O RESBALOSA?


 
"Rasgos de pluma" o "La concha'e perla"

    El 8 de marzo de 1879, pocos días antes del inicio de la guerra con Chile, en el diario "El Nacional" se publicó el artículo "no más chilenas", artículo en el que se proponía denominar "marineras" a los bailes que en ese entonces se conocían como "chilenas".

    Veinte años después, Abelardo Gamarra en su libro Rasgos de Pluma, publicado en 1899, reivindicó ser el autor de la iniciativa de “bautizar los bailes que tienen el aire y la letra de lo que se llamaba chilena” con el nombre de marineras". La marinera que se publica en ese libro (cuya partitura se muestra al inicio y fue escrita por Rosa Mercedes de Ayarza en compás de 2/4) lleva precisamente ese nombre. En una segunda publicación de la partitura, años más tarde, apareció como “Marinera” (La Decana), bautizada por el pueblo con el nombre de “La concha de perla” y luego se hizo popular como “La concha’e perla” o “La conchaperla”. Esa marinera ya no portaba ardores bélicos en su letra, como las primeras, ni tampoco la rígida estructura en sus versos:

     “RASGOS  DE  PLUMA”
 Marinera
Acércate preciosa
que la luna nos invita
sus amores a gozar.
Acércate preciosa
Concha perla de mi vida,
como no la brota el mar.

Abre tu reja
por un momento
decirte deja
mi pensamiento

Si oyes benigna
mi inspiración
si la crees digna ¡zamba!
de tu atención
ahora no te vas
si tienes plata maña te irás
ahora no te vas
si tienes plata maña te irás
si no la tienes mándate mudar 
Abre tu reja
por un momento
decirte deja
mi pensamiento

Si oyes benigna
mi inspiración
recibe en premio
la fineza de mi amor
de la luna el resplandor
¡Ay! la fineza de mi amor

Puede escucharse en:


    Casi treinta años despues, usando el seudónimo de "Tip Top", Carlos "el chino" Gamarra, gran cantor criollo, (conformó el dúo Salerno Gamarra que grabó discos para la Victor Talking machine Co.) de quien se dice fue hijo de "El Tunante", escribió el artículo "Bailes Nacionales" publicado en la revista Variedades N° 1013 que salió a luz el 30 de julio de 1927. En ese artículo Gamarra comenta que el concurso de música y bailes nacionales que ese año se llevó a cabo en Amancaes reveló que la música andina era cultivada con mucho esmero, mientras que la música y bailes criollos sufrían un estancamiento. 

Carlos "el chino" Gamarra
"La Crónica" 21.12.1928

    Carlos Gamarra afirma, entre otras cosas, que había dos tipos de marinera (uno basado en la estructura métrica de la seguidilla española y otro que no lo es. De ahí que algunos que sólo conocen el primer tipo piensen que "La concha'e perla" es un tondero).

    Sobre la "resbalosa", nos dice que la utilizó el pueblo para "pitorrearse [burlarse] de la política, de los gobiernos y de los procedimientos edilicios y sub-prefecturales". 

    A continuación el artículo íntegro:

La invitación para el Concurso de música y bailes nacionales promovido y llevado a cabo por el Municipio del Rímac, hace algunas semanas, fue como una clarinada sonora y simpática para los cultores de esa música y de esos bailes y, también para los aficionados a recrearse con las manifestaciones musicales de nuestro pueblo.

El resultado del concurso reveló fervoroso cariño en la cultivación de la música andina y olvido, depreciación, estancamiento, cuando menos, de la música y bailes criollos.

No faltaron concursantes que quisieron darnos gato por liebre, con danzas que no tuvieron de andinas sino la procedencia de sus intérpretes, pero esto no amenguó en lo menor el éxito de los que obtuvieron los primeros premios y evidenciaron el tesonero empeño de la juventud serrana, por cultivar y enriquecer su folklore regional.

La música criolla no tuvo en el citado concurso, ninguna representación de positivo mérito, viéndose el Jurado en la precisión de declarar vacantes los Premios principales destinados a esta clase de música, discerniéndose como medida de estímulo, algunos de segundo orden.

Se ha podido deducir de este torneo musical —ejecutado a Iniciativa del infatigable y emprendedor alcalde del municipio bajo-pontino, señor Juan Ríos, que por ello ha merecido unánimes y entusiastas aplausos de la prensa y del público—que el "huaino" sigue manteniendo su imperio al otro lado de los Andes; que el "charleston" en vano ha trasmontado audazmente la cordillera pues se practica en algunas ciudades de La sierra, no como expansión coreográfica sino como simple ejercicio complementario del entrenamiento deportivo.

Otra consecuencia: que la musa popular criolla marcha a la zaga de las similares del continente. Ciertamente no se ha producido de seis o siete lustros a la fecha sino una que otra canción y uno que otro bailable digno de mencionarse, abundando en cambio cancioncillas jerimiqueantes con leras detestables, patrioteras y cursis.

De la "marinera", el más popular, el más difundido de los bailes connacionales, casi no queda sino el recuerdo, al punto de que en el concurso en referencia, más de uno calificó de "tondero" y otros, de "resbalosa" a "La Concheperla" que es la primera de nuestras marineras, la marinera decana que durante varios años se baila en todo el país y se baila todavía en los lugares de la costa, sierra y selva donde aún se tiene algún afecto por los bailes de nuestra tierra. Esta confusión obedeció tal vez a que hay dos clases de marineras; las de una estrofa con su "fuga" respetiva, como la mencionada y otras análogas y las de tres estrofas, de las cuales allá va una muestra:

Palmero sube a la palma
y dile a la Palmerita
que se asome a la ventana
que mi amor da solicita.

Arrímate cobarde
junto a esa niña,
y hazle una guiñadita,
con la rodilla.
Con la rodilla, madre,
fuego violento,
me atormentas el alma
y el pensamiento.

Esta puede calificarse como clásica y ha servido de molde para otras muchas.

En las jaranas criollas era obligatorio bailar tres marineras seguidas y dos resbalosas. De aquí el dicho: "de cinco, tres"; es decir que, para las parejas era poco menos que reglamentario bailar tres marineras y dos resbalosas.

 Las "marineras" que aún se bailan datan del 85 o son anteriores a ese año. Posteriormente sólo recuerdo que se haya editado por la Casa Brandes, la titulada "Catay zambita", música del doctor José Benigno, Ugarte y letra de Leonidas N. Yerovi y Federico Blume.

La "resbalosa" la utilizó el pueblo para pitorrearse de la política, de los gobiernos y de los procedimientos edilicios o sub-prefecturales. Así cuando cierta autoridad, con mucha razón, por cierto, intentó reglamentar el tráfico de carruajes, acostumbrando por esa época en que circulaban monedas de cobre, recibir los conductores del tranvía seis centavos, siendo de cinco el valor del pasaje y se quedaban con la vuelta, se puso en boga esta "resbalosa":

El señor Intendente
tiene una cosa
que parece mentira ¡caramba china!
por caprichosa.

Quiere que los cocheros
en su trabajo,
unos anden p'arriba
y otros, p’abajo 
Si subes al tranvía
verás Perico,
que el conductor no tiene
pa’darte vuelto centavo chico.

Podría formarse un grueso volumen con las intencionadas coplas de las "marineras", "resbalosas" y "tonderos" norteños que se han escrito con anterioridad al 85.

La marinera tuvo su tiempo en pleno auge. Se elevó desde los suburbios hasta los estrados sociales y si no se ha divulgado débese a que es el de más difícil interpretación entre los bailables populares de este lado de América. La "matchicha" brasileña, el "pasillo" colombiano, el "gato", la "zamba", el "pericón" y el "tango" argentinos, se pueden aprender con relativa facilidad. Con la "marinera" no sucede lo mismo. Precisa en quien la baile, natural gallardía, gracia por arrobas y elegancia señorial. Bailarinas profesionales han intentado aprender a bailar le marinera y han fracasado. Amelia Molina, la gentil artista española, a su paso por Lima, después de haber incluido en su repertorio diversos bailables en su gira por los países sudamericanos, estudió durante algunas semanas nuestra marinera, pero nunca pudo bailarla debidamente.

Don Fernando Soria, fue entre los escritores nacionales, el que cultivó con particular acierto y donosura esto género de música peruana y es autor de numerosas coplas de "marineras", "tonderos", "resbalosas”, "sañas” y "socavones". A él, se debe la mejor definición de la "marinera.", como epilogo de un diálogo entre un inglés y mozo criollo.

—¿Cuál el baile nacional de ustedes? —pregunta el inglés.

—La marinera—contesta el criollo.

—¿Ese baile con la pañuelito?

—Ese mismo.

—i Moy insípido!

Y el mozo Indignado al oir calificar de insípido el baile nacional replica al gringo:

¡Insípido! ¡Qué opinión!
Si usted mismo que critica
hasta con los pies repica
si oye guitarra y cajón
y cantar con voz ronquita
de aquella que llega al alma
"Palmero sube a la palma
y dile a la Palmerita"¡
Un arzobispo—y no es cuento— que allá, en el Cercado viera bailar una marinera exclamó:
 —¡Fuego violento!
Fuego interior que estremece
y la mirada encandila,
cadera que miel destila
Y en dulce vaivén se mece.

Manos trémulas que estrujan
con febril ansia el pañuelo,
mientras los pies, en el suelo
dibujan... lo quo dibujan ¡

Como una dulce quimera
que en el mundo se realiza:
canto, copla, baile, risa.
¡Eso es una marinera!

En verdad. Eso es una marinera. Lo que se baila ahora—salvo contadas excepciones —es una caricatura de ese baile, algo que para los criollos de buena cepa que ya han perdido la esperanza en el resurgimiento del más nacional de todos los bailes nacionales es como si en vez lo legitimo "Claro de Huarmey” les diesen agua de borrajas "cabeseado" con aceite de ricino y jugo de maní crudo. 

                                                                                                            TIP -TOP

(Ilustraciones de Arístides Vallejo) 





     Los que afirman que "La concha'e perla" es un tondero analizan la estrcutura de sus versos y llegan a esta deducción:

GLOSA
Acércate preciosa,
que la luna nos invita
sus amores a gozar, a gozar.
Acércate preciosa,
Concheperla de mi vida,
como no, la brota el mar, el mar.
DULCE:
Abre tu reja, por un momento,
decirte deja mi pensamiento,
si oyes benigna mi inspiración,
si la crees digna, zamba, de tu atención.
FUGA:
Ahora no te vas, si tú me quieres mañana te irás,
ahora no te vas, si tú me quieres mañana te irás,
s no me quieres, mándate mudar.
SEGUNDO DULCE:
Abre tu reja, por un momento,
decirte deja mi pensamiento,
si oyes benigna mi inspiración,
si la crees digna, zamba, de tu atención.
SEGUNDA FUGA:
Recibe en prueba, la fineza de mi amor,
de la luna el resplandor, la fineza de mi amor
de la luna el resplandor, la fineza de mi amor.

 (https://tondero-cancionero.blogspot.com/2013/10/la-concheperla.html)

     Existe tambien una grabación de Montes y Manrique (disco P12 "Dicen que las penas matan", marinera con resbaloza) en la que letra de "La Concha'e perla" es cantada como resbalosa: